Libre circulación de médicos en la Europa comunitaria
El proceso de integración europea dará un paso importante el próximo lunes 20 de diciembre con la entrada en vigor del principio de libre circulación y establecimiento de 500.000 médicos por todo el territorio de las Comunidades Europeas.
El nuevo reglamento de libre circulación de médicos de países miembros de la CEE representa un avance en los objetivos fijados por el Tratado de Roma (que dió origen a las Comunidades Europeas, a partir de enero de 1958), de facilitar la libre Circulación de hombres, mercancías, ideas y capitales en el interior de los países miembros.Hasta el presente sólo las mercancías circulan libremente -aunque con imperfecciones, derivadas de la falta de armonización fiscal entre estados- desde el 1 de julio de 1968, fecha de la armonización total de las tarifas aduaneras de la CEE.
En cuanto a los hombres no hay problema para conseguir el derecho de residencia en cualquier estado de la CEE, cuando se es originario de otro estado miembro. Otra cosa es poder ejercer su profesión, en igualdad de derechos que los nacionales.
Para obtenerla libertad de ejercicio de las profesiones liberales, los expertos de la CEE escogieron una «profesión-tipo» para montar la primera legislación comunitaria. Los médicos, serán los primeros en poder disfrutar de dicha libertad. Vendrán más tarde los abogados, notarios, arquitectos, periodistas, etcétera.
Naturalmente la fecha histórica del 20 de este mes irá acompañada de problemas prácticos. Por lo menos en una primera etapa. Varios países miembros de la CEE, Bélgica entre ellos, temen una afluencia de médicos de otros países de la CEE, que se desplacen de lugares donde el ejercicio de la profesión es menos rentable, por sus características de seguridad social o por el nivel de vida de sus habitantes.
Una firma británica de personal ha publicado estos días anuncios en la prensa belga, francesa y holandesa, ofreciendo médicos a «buen precio» a hospitales de otros países de la CEE.
Los belgas temen una invasión de médicos británicos que podrían instalarse en Bruselas en busca de mejores posibilidades profesionales. La población «comunitaria» de numerosas nacionalidades que trabaja en instituciones europeas o atlánticas en la capital belga, puede ser un atractivo complementario para los médicos británicos o de otros países de la CEE.
A pesar de los problemas a la vista y los litigios previsibles -que deberá zanjar el Tribunal de Justicia de la CEE- la libre circulación de médicos tendrá una importancia capital en la construcción de una Europa más humana.
El reconocimiento de títulos y diplomas en medicina se realizará sobre la base de seis años de estudios o de 5.500 horas, como mínimo, de enseñanza teórica y práctica en una universidad.
Los médicos españoles podrán obtener los mismos derechos, y obligaciones, es decir, aceptar la competencia de colegas europeos en España, cuando España se adhiera, como miembro de pleno derecho a la CEE.
