Aumenta la influencia británica en la dirección de la CEE

Dentro de un mes, el 1 de enero de 1977, la CEE pasará bajo dirección británica, a nivel de las principales instituciones de las comunidades europeas, Comisión, Consejo, Parlamento y Comité Económico y Social.

La Comisión Europea será dirigida por el laborista Roy Jenkins, durante un mandato de dos años. Sustituirá al gaullista francés François-Xavier Ortoli. De Jenkins se espera mayor inspiración política que la de su predecesor. Nombrado oficialmente durante el último Consejo Europeo en La Haya, Jenkins se encargará de repartir los cargos de los otros doce miembros de la Comisión Europea. Político de gran carácter, abiertamente pro europeísta, Jenkins propondrá una reforma institucional de la Comisión, que debería aumentar los poderes del organismo.También a partir del 1 de enero, por un período de seis meses, los británicos presidirán el Consejo de la CEE, Anthony Crosland, ministro británico de Asuntos Exteriores, recordó hace unos días que en 1977 Gran Bretaña será el centro de una actividad internacional sin precedentes en su historia. Además de los consejos de la CEE, en sus múltiples facetas dedicadas a política exterior, agricultura, energía, finanzas, cuestiones sociales, etcétera, Londres será el coordinador de la «cooperación política» de los «nueve» ante los grandes temas mundiales. Se espera que los británicos optarán por consolidar las realizaciones actuales de la CEE, sin lanzarse a nuevas iniciativas.

La presidencia del Parlamento Europeo, ocupada actualmente por el francés, Georges Spenale, podría pasar al conservador británico James Scott Hopkins, en febrero.

El Comité Económico y Social, donde patronos, trabajadores y poderes públicos realizan la misión de órgano de consulta de las instituciones de la CEE, está también bajo presidencia británica desde el pasado mes de noviembre. Bassil de Ferranti, británico a pesar de su apellido, encabeza dicho comité.

¿Qué efectos puede tener para las comunidades europeas, el directorio británico de sus principales organismos? Los ingleses serán prudentes. No en vano figuran en el pelotón de últimos llegados a la CEE. Su incorporación efectiva se concretó en enero de 1973, cuan o ingresaron junto con irlandeses y daneses a una CEE que venía funcionando desde 1958.

En Bruselas se cree que la «invasión» británica tendrá sobre todo efectos positivos ante la opinión pública de Gran Bretaña bastante fría, hasta el momento, en todo lo que se refiere al «continente».