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Entrevista:

La balanza comercial química será excedentaria para 1985

Con una producción próxima a los 580.000 millones en 1975, unas importaciones superiores al 20% del valor total de la producción, una población laboral que supera ampliamente los 200.000 habitantes y unas inversiones que siguen un ritmo de crecimiento constante, la industria química está sufriendo una fuerte transformación.Eduardo Becerril, director general de Industrias Químicas y antiguo director general de Planificación Económica del desaparecido Ministerio de Planificación, es el responsable de un programa de previsiones a 1985 de cara a planificar a largo plazo la producción química nacional. «Tomando como base un total de 250 productos químicos básicos -explica-, en 1985 España será excedentaria en la balanza comercial química.» Las previsiones para realizar este plan a largo plazo se han realizado tomando como base la demanda previsible para ese año de productos últimos y que necesitan para su fabricación materias químicas básicas. Estas proyecciones toman en cuenta tres opciones de desarrollo del PNB del 2,5, 4 y 5% anual, utilizándose las tablas input-output de 1974 elaboradas en la última etapa del Ministerio de Planificación.

Durante el pasado año, y tomando como base los datos del Ministerio de Industria, el PNB del sector químico a precios corrientes aumentó el 1,1 % sobre el año precedente, mientras que a precios constantes hubo una caída del 4,2%. Similar regresión se produjo en los índices de empleo y horas trabajadas.

Para Eduardo Becerril, la industria química en su conjunto durante 1975 no fue especialmente mala comparativamente hablando con otros sectores industriales, ya que la inversión continuó pulsando con fuerza.

«El subsector farmacéutico sigue una evolución que no depende de coyunturas económicas, sino que su consumo se rige por factores externos, con un ritmo de crecimiento del 10-11 %.

La evolución del grupo de papel y pastas ha sido irregular, ya que las inversiones se han realizado con cierta normalidad, pero retrayéndose a medida que se iban viendo las perspectivas de este año.

En química inorgánica es reseñable una pequeña retracción en la demanda de fertilizantes como consecuencia de las malas cosechas, aunque se han cumplido las inversiones programadas.

La química orgánica ha pasado el año con buena fortuna.

Por lo que se refiere al presente año, hay que distinguir un primer semestre en el que se ha notado el inicio de una recuperación y un segundo con una fuerte retracción de todas las coordenadas. «No puede hablarse de un descenso de la producción, sino de estancamiento. Sí se ha producido una atonía inversora que se ha visto compensada, en cierta parte, por las inversiones programadas y en curso del sector público. En cualquier caso, existe un compás de espera que yo atribuyo a la necesidad de clarificar el panorama político.»

El sector papelero

Uno de los subsectores que durante este año ha experimentado una mayor retracción de las inversiones es el papelero y esto por dos razones fundamentales: coyuntural y por motivos medioambientales en la instalación de las fábricas de celulosas.Las inversiones que se han visto más afectadas por la coyuntura han sido las previstas en la zona de Cáceres y Jaén. En la zona gallega, las exigencias medioambientales han sido las causas de los retrasos de las cuatro celulosas de Cepagasa, Progullasa, Celulosas de Guipúzcoa y Celulosas del Cantábrico, dado que los trámites administrativos que cada una de estas empresas tienen que superar pueden alcanzar hasta los tres años.

En el caso de que todos los proyectos existentes se cumplan, España puede llegar a ser uno de los principales exportadores de papel obtenido a partir de fibra corta.

El monopolio existente en España en torno al papel prensa que redunda en la calidad del papel es un tema que Eduardo Becerril desmiente de base.

«En papel prensa hay dos productores en nuestro país, pero en un pasado próximo existían siete, y si en la actualidad no hay más es porque la falta de rentabilidad ha hecho desistir a las empresas restantes.

De las dos sociedades que actualmente se dedican a esta producción -Papelera Española y Papelera Peninsular-, sólo la primera es la que suministra al mercado, ya que Papelera Peninsular tiene una producción de papel cautivo para servir únicamente a Prensa Española.

Lo que sí puedo asegurar es que el monopolio existente no ha sido provocado por la Administración ni por el hecho de que una empresa se haya comido al resto.

En estos momentos, las previsiones señalan que en el plazo de tres años España se autoabastecerá de papel prensa, máxime cuando está en estudio muy avanzado la instalación de una fábrica para la producción de papel prensa a través de recuperación de papel utilizado. Esta fábrica se instalará en Tudela.»

En numerosas ocasiones se ha acusado al sector químico de ser uno de los que tienen un mayor índice de pagos por asistencia técnica y tecnología, por cuanto la industria química de punta necesita de técnicas avanzadas que han sido desarrolladas en otros países. Según Eduardo Becerril, las inversiones en este campo son tan costosas que nuestro país no puede abordar la totalidad de su desarrollo y únicamente puede introducirse en muy contados tramos.

«Sin embargo -dice-, en numerosos casos, como el farmacéutico, se ha orientado la cuestión mediante la creación de joint ventures y los acuerdos llegados con empresas extranjeras para que la tecnología importada no resulte tan gravosa como lo era hace unos años. El incremento de las exportaciones, la fabricación de ciertas materias primas en España a través de la puesta en marcha del interés preferente y la absorción tecnológica que hacen las empresas españolas no sitúan a este tema como uno de los problemas más graves.

En otros subsectores, estamos absorbiendo la tecnología, incluso con procesos propios, hasta el punto de que existen empresas nacionales con un alto nivel en este campo. España es capaz de entregar una planta, llave en mano, a cualquier país del mundo en química inorgánica con tecnología propia.

Podemos afirmar que no es preocupante la cantidad que España paga en este sector en concepto de royalties y asistencia técnica, ya que por el momento es bastante el hecho de que hayamos sido capaces de absorber la tecnología de las grandes empresas.»

Joint ventures

La política de joint ventures, que la Administración en este sector ha potenciado, está motivada, según señala el director general de Industrias Químicas, a la necesidad de estar al día en materia de tecnología y a la necesidad que España tiene de los canales comerciales para cuando nuestra industria química esté en disposición de exportar, para lo que se hace indispensable, inicialmente, ir de la mano de estas multinacionales.«En este sentido, el socio extranjero que venga en igualdad de condiciones será bien venido y es fácil comprobar cómo en muchas joint ventures se ha pasado de una participación extranjera mayoritaria a una igualitaria, lo que no deja de ser signiticativo y a favor de las empresas españolas. No se puede hablar de colonización de la industria química.»

La contaminación

«El tema de la contaminación del medioambiente es uno de los prioritarios para la Administración. Hay que distinguir las empresas ya instaladas y las de nueva planta. Con respecto a las primeras, se las está dando un plazo para su reconversión e instalación de mecanismos anticontaminantes, que se van cumpliendo en su gran mayoría. Por lo que se refiere a las empresas de nueva planta, no hay un proyecto sin que las condiciones severísimas de anticontaminación se cumplan a rajatabla. Sin embargo, es demagógico pretender que se cierren todas las empresas viejas que actualmente contaminan. Sí puedo afirmar que posiblemente nos estemos pasando de rosca porque las exigencias en este sentido está restando competitividad a nuestros productos.

Política de desarrollo regional

La política seguida en torno al desarrollo de la industria química -señala Eduardo Becerril- tiene varias bases. Una de ellas consiste en lograr el equilibrio de cada una de las áreas de industria química. Tomando como ejemplo el área de Tarragona, la pretensión es obtener in situ todos los derivados que puedan obtenerse a partir de la materia prima de ese complejo. El límite viene dado en función del transporte, mano de obra, etc.«La idea general que rige el desarrollo de la industria química en España sería el alcanzar el equilibrio de la balanza comercial química en la expansión. Otras coordenadas que guían la política del sector químico podrían ser el desarrollo de la tecnología, mejora del medio ambiente, utilización de materias primas nacionales, mejora de la mano de obra, mejora de la infraestructura y política de suelo industrial, todos ellos aspectos en los que la Administración está trabajando con objeto de alcanzar un grado óptimo.»

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