El pensamiento musical de Beethoven, en sus cuartetos

La Sociedad de Amigos del Teatro Real, anticipándose a la conmemoración del CL aniversario de la muerte de Beethoven (que se cumple el próximo 26 de marzo) ha organizado el primer gran ciclo de audiciones del genial compositor: la integral de sus cuartetos de cuerda. Para ello ha venido el Cuarteto Amadeus, una de las agrupaciones de este género que gozan de mayor prestigio en todo el mundo.Integran el ciclo seis sesiones en las que de forma equilibrada, y para conseguir mayor variedad, se van entremezclando cuartetos pertenecientes a diversas épocas creadoras del autor.

No es cosa de entrar en el análisis de este magno ciclo beethoveniano reflejo exacto de la evolución de su estilo, de su técnica compositiva y de su pensamiento musical.

Un teatro de ópera no es el lugar más idóneo para oír música de cámara, concebida para ámbitos más reducidos. Nuestro público tampoco está acostumbrado a escuchar música tan densa en tan grandes dosis. Tal vez por ello el Cuarteto Amadeus no ha conseguido llenar ningún día, por ahora, el Real. Y es una lástima porque el Amadeus es una agrupación increíblemente perfecta.

El segundo violín, Siegmund Nissel, y el violoncello Martin Lovett, son músicos correctos, de excelente sonido, buenos conocedores de su oficio. El primer violín Norbert Brainin y el viola Peter Schidlof, me parecen dos instrumentistas de extraordinaria calidad, en especial el primero, a pesar de su fea escuela. ¡Qué admirable cohesión la de todos ellos, qué conocimiento de las partituras! Un dominio que les lleva a veces a marcar tempi excesivamente rápidos. Son alardes de virtuosismo, en ellos permisibles porque nada se descompone. Una lección de profesionalidad y de arte.