Mari Carmen: muñecos vivos
Pocas veces una artista logra sobrepasar el umbral de las dos horas conservando la atención. Muy pocas, si es que alguna. Mari Carmen, con sus muñecos, no sólo lo consigue, sino que, cuando se despide, hay una especie de ohhh, de tristeza entre el público, a lo Kiko Ledgard.Florida Park presenta este año un show muy correcto, muy bueno, en el sentido actual. Y como suele ser tradicional, adoba ese show en el último pase con un humorista. En estos días es Mari Carmen.
Mari Carmen, de Cuenca de toda la vida, es profesional del arte y de la amistad. Es amiga de sus amigos y de sus personajes. Se ríe con ellos. Lo pasa bien, de verdad. «Si fuera un truco, se me notaría, ¿no?» Sus personajes son de esa gente que te puedes encontrar todos los días. Que te dicen, «Vale, vale», como Daysi, o «Estoy cansao, ya», como el pato Nikol. Todas las noches, a la una y media, Mari Carmen se viste de sonrisa, sale al escenario con cuarenta minutos de «algo preparado» y se está hora y media hablando de Solís, o de EL PAIS -tan curiosito, tan ordenado, tan bien hecho...- «El estar más o menos tiempo, depende de cómo esté la cosa. Si hay ambiente, yo me lo paso muy bien, y estoy dos horas... No sé, creo que, a nuestro nivel, en este tipo de arte, debemos dar sobre todo frescura, debemos hacer algo nuevo todos los días. Es donde sabemos un poco nosotros mismos, si somos artistas y si valemos ... »
Florida Park
Espectáculo Varietés. Mari Carmen y sus muñecos. Copa, 450 pesetas.
Doce años viviendo, cada noche, tres o cuatro personajes. Desde el pato chulapón -«el personaje más difícil y al que le tengo más cariño»-, al león mariquita y bonito, pasando por la Daysi, inigualable «Es la que más gusta- en directo y, por eso, es la que más tiempo está actuando».
Mari Carmen es así. Sonríe y está al día. Muestra, y no es idea original, la inteligencia poco común de la que sólo disponen los artistas. Porque, si para todo hace falta inteligencia, para el humor hace falta más y Mari Carmen es un humor continuo, redondo, que empieza a la una y media de cada día y termina dos horas más tarde.
La copa del Florida es, como siempre, una buena copa. Y el precio, del estilo de otras salas, sin que pueda mejorarse la atracción.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.