La situación de Vizcaya
La situación económica de Vizcaya está llegando a un punto peligroso, ya que como se ha visto claramente, la reacción de la pasada primavera está prácticamente anulada y no solamente existen síntomas de reactivación, sino que se aprecian perspectivas que no hacen predecir un mayor deterioro en dicha coyuntura.Quien con tanto pesimismo se pronuncia es la Cámara de Comercio de Bilbao, quien señala que las medidas del Gobierno son débiles e insuficientes.
Refiriéndose a la conflictividad laboral, la Cámara bilbaína expone claramente que en ella se mezclan diversos problemas de otra índole, como la inseguridad y la incertidumbre de los empresarios, que se ven amenazados o coaccionados por elementos subversivos, problemas éstos que pueden retrasar o anular totalmente cualquier intento de la reactivación económica.
Termina el informe exponiendo que el país no admite en el orden económico una terapéutica basada en calmantes que no curen las causas de la enfermedad. «Ello puede exigir, en este orden, una atención quirúrgica que hay que afrontar con valor, espíritu de trabajo y la plena conciencia de la trascendencia del problema.»
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