Ford reconoce su error sobre Europa Oriental
El presidente Ford reconoció ayer públicamente que había «cometido un error» durante el debate televisado del pasado miércoles, al afirmar que no existía dominio de la Unión Soviética sobre Europa oriental. La rectificación, aunque tardía, pretende paliar, al menos en parte, los desastrosos efectos que tal aseveración tuvo sobre la campaña electoral del presidente.
En una reunión realizada ayer en la Casa Blanca con doce líderes de distintas minorías étnicas procedentes de la Europa del Este, Ford admitió, que se había «expresado mal» durante el debate y acusó a los demócratas de aprovecharse de ese error para tergiversar sus verdaderos puntos de vista sobre el tema.Los delegados, representantes de ciudadanos estadounidenses originarios de Polonia, Hungría, Rumania, Checoslovaquia, Letonia, Lituania y otros países del Este europeo, dieron por buenas las explicaciones del presidente, que reconoció la soberanía soviética sobre la zona, pero añadió que Norteamérica no aceptaba ni aceptaría nunca tal dominio y apoyaba los deseos de libertad de aquellos países, sometidos a la URSS -dijo- por la presencia de treinta divisiones del Ejército soviético.
Durante los pasados días, el candidato demócrata, Jimmy Carter, y sus colaboradores se refirieron con frecuencia a la afirmación de Ford respecto a la Europa del Este, en un intento de transformar en votos demócratas la indignación creada por las palabras del presidente.
Ford intentó inicialmente evitar una rectificación pública y se extendió en diversas aclaraciones y explicaciones de sus últimos discursos, hasta que optó por reconocer su error, lo que para algunos contribuirá aún más a deteriorar su imagen electoral, mientras que para otros servirá para que se olvide definitivamente el tema.
La utilización de fondos electorales
Sin embargo, lo que no tiene aspecto de olvidarse fácilmente y, puede resultar mucho más peligroso para Ford, es el asunto de la supuesta utilización ilegal de fondos electorales por parte de Ford en sus años de representante por Michigan. Woodward y Bernstein, los reporteros del Washington Post que sacaron a la luz el escándalo Watergate que costó la presidencia a Richard Nixon, revelaron ayer que el fiscal especial del caso Watergate había interrogado la semana pasada a Jesse Calhoon, presidente de un sindicato marítimo, en relación con el tema de los fondos electorales de Ford.Concretamente, el fiscal especial, Charles Ruff, se interesó por el destino de 19.000 dólares procedentes del sindicato, y por lo que Ford y Calhoom habían hablado durante las siete reuniones que mantuvieron durante la campaña electoral de Ford para el Congreso, en 1972. Al parecer, Calhoon, presidente de la Marine Engineers Beneficial Association, testificó ante el fiscal bajo la promesa de inmunidad.
Carter también ha utilizado en beneficio de su campaña las dudas creadas en el electorado por esta historia. Miembros del equipo del presidente calificaron esta táctica del candidato slemócrata de «miserable» y «malintencionada».
Coincidiendo con la puesta a la venta del famoso número de noviembre de la revista Playboy, en el que se publica la entrevista con Carter en la que éste habló, un poco ingenuamente, del pecado y la moral sexual, lo que le creó no pocos problemas, el candidato demócrata ha tenido, por su lado, que, salir al paso de los rumores que le atribuían varios adulterios, cometidos durante, sus años de gobernador de Georgia.
El columnista Jack Anderson dijo ayer, en una entrevista televisada, que no había podido comprobar tales rumores y que éstos parecían venir del comité de la campaña electoral de Ford, lo que fue desmentido rotundamente por el portavoz de este comité.
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