Diálogo de sordos en la negociación España-CEE

Las cuatro posibilidades para adaptar el acuerdo comercial España/CEE, a la actual CEE de los nueve aparecen como inimaginables a los ojos de los embajadores representantes permanentes de la CEE, que se ocuparon del tema esta semana en Bruselas. «Estamos en un impasse total. Es necesario un esfuerzo de imaginación o una solución milagro», comentó a EL PAIS un miembro de una delegación nacional de los nueve de la CEE, resumiendo el resultado de un examen de la situación.

Una adaptación técnica simple, mediante la extensión del actual acuerdo de 1970, como quiere España, aparece como inaceptable para algunos países comunitarios.Una extensión del acuerdo, con mejora de ventajas agrícolas para España, sin contrapartidas industriales españolas para la CEE, aparece como utópico para la mayoría de los nueve.

Una negociación con base al proyecto de mandato elaborado por la Comisión Europea (que camufla una «zona de libre cambio industrial») es rechazada categóricamente por España.

Dejar las cosas tal como están (aplicación del acuerdo comercial preferente de 1970 a los seis y libertad de comercio entre España, Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca, miembros de la CEE desde enero de 1973) no es aceptable para los seis Estados fundadores de la CEE, que quieren que los tres últimos miembros cumplan con sus compromisos exteriores y apliquen las tarifas CEE a todo el mundo, sin excepciones.

¿Cuál es entonces la solución, si de las cuatro hipótesis de trabajo ninguna merece la unanimidad entre españoles y comunitarios? Hace falta un esfuerzo de imaginación para encontrar un «punto medio», dicen en Bruselas.

Igual que en 1974

Encontrarlo no será fácil. Estamos otra vez en la misma situación de hace dos años, cuando se dijo no al libre cambio, por parte de Madrid.

Los países «agrícolas» de la CEE, Italia en particular, se muestran intransigentes a nuevas concesiones agrícolas para España, sin compensaciones industriales globales para la CEE y, lo que es más delicado, apoyo financiero para ciertas variedades del agro italiano que se verían afectadas por el aumento de la competencia española.