El procurador en Cortes señor Zubiaga, llamado a declarar en relación con un mitin carlista

En relación con los incidentes ocurridos en la localidad guipuzcoana de Tolosa con motivo de la celebración de un mitin autorizado del Partido Carlista de Euzkadi (EKA), anteayer fue llamado a declarar a la comisaría de San Sebasfián el procurador en Cortes por representación familiar, Gabriel Zubiaga, como responsable del citado acto.El señor Zubiaga se negó, al parecera realizar ningún tipo de declaración mostrándose francamente molesto por las versiones oficiales que se han dado a todo cuanto aconteció en el frontón de Beotívar, en Tolosa.

Según el relato de estas fuentes oficiales, un inspector de policía que asistía al mitin portando un magnetófono -previsiblemente para grabar las intervenciones-, habría sido perseguido, maltratado y herido por un grupo de personas que le quitaron el revólver.

EL PAIS de ayer recogía -por medio de noticias de agencias- esta versión de los hechos, coinsiderada por los miembros de EKA como tendenciosa y falsa. Así lo han hecho saber en un comunicado público en el que el partido explica las circunstancias que rodearon al incidente que provocó la suspensión del mitin y posterior actuación de la fuerza pública contra los asistentes.

En el mismo escrito, EKA señala que «al iniciarse la intervención del cuarto orador -Tomás Zabala y no Gabriel Zubiaga como se dijo al principio- se produjo un pequeño incidente en uno de los ángulos del frontón, como consecuencia de la actitud provocadora de un individuo -sin identificar- que, pistola en mano, profirió amenazas de muerte, dando ello lugar a la intervención del servicio de orden interno de EKA que le obligó a abandonar el frontón».

Un joven miembro del Partido Carlista, hijo de Mariano Zufia, nos amplía la versión del partido. «Cuando había transcurrido más de una hora y media del mitin, tras la intervención de los señores Larrañaga, Zubiaga y Urruñuela, iba a iniciar su disertación sobre el tema del sindicalismo vasco el señor Tomás Zabala. Entonces se inició todo. De entre cuatro señores que eran vigilados por el servicio de orden interior como sospechosos llamó la atención uno de ellos que escondía un paquete en un periódico doblado. En un momento determinado subió al primer piso del frontón provocando con su actitud sospechas y malestar en los que le rodeaban. Vuelto a la planta baja fue interpelado por el servicio de orden que, al parecer, le preguntó sobre el contenido del paquete. En ese momento el citado individuo echó a correr escaleras abajo tropezando y cayendo. En aquel momento varias personas trataron de arrebatarle el paquete, situación que aprovechó el presunto policía -puesto que él no se había identificado como tal- para sacar su pistola profiriendo algunas amenazas. Los que le rodeaban se abalanzaron sobre él arrebatándole el paquete -que resultó ser un magnetófono- y la pistola, siendo expulsado a continuación del frontón».

Unos diez minutos más tarde, según la versión de EKA y de José Javier Zufia, sin previo aviso del delegado gubernativo a la presidencia, irrumpieron en el local alrededor de 40 agentes de la policía .armada, quienes conminaron a los asistentes a abandonar el frontón en 10 minutos.

«Ya en la calle -dice el comunicado de EKA- la fuerza pública cargó violentamente, disparando proyectiles de goma y botes de humo contra los pacíficos asistentes, practicándose también algunas detenciones».