Arganda del Rey: no hay remedio contra la hepatitis
La asamblea celebrada el martes en Arganda del Rey sirvió para poner en claro dos cosas: que no hay forma de cortar la epidemia de hepatitis que actualmente se sufre en el pueblo, y que lo que en gran parte ha permitido esa epidemia ha sido la dejadez de las autoridades municipales y locales de Sanidad, que no avisaron del peligro hasta que el hecho se conoció por la prensa.A la asamblea asistió el doctor Sánchez Turégano, director provincial de Sanidad, que vino a decir que no había ningún remedio concreto contra la enfermedad. Después de hacer un análisis de las características de la hepatitis, acabó recomendando que se observara una escrupulosa higiene personal. Lavarse a menudo y utilizar jeringuillas particulares, para no tener que usar las de los practicantes, que pueden transmitir el contagio. Aclaró también, que en este caso la enfermedad se trasmite por las heces y por contagio directo por lo que el agua no tiene nada que ver.
Ante esta exposición, los vecinos se volcaron en la busca de los responsables. Varias madres que asistieron a la asamblea preguntaron al alcalde y al jefe local de Sanidad, qué medidas se habían tomado para prevenir el contagio, y por qué no se puso en conocimiento de la Inspección Provincial cuando se conocieron los primeros casos. Algunas madres remacharon diciendo que sus hijos habían sido dados de alta cuando aún no estaban completamente curados.
En otro orden de cosas, fueron varios los vecinos que exigieron que, ya que no se podía atajar la enfermedad, que por lo menos se atajaran sus causas. Se denunció el mal servicio de la recogida de basuras; sobre todo los domingos, la proliferación de ratas en el pueblo, la existencia de vertederos de basuras a menos de kilómetro y medio de las primeras casas, el hecho de que existan varias zonas de la localidad que están llenas de escombros y suciedad, etcétera. Y sobre todo, la inexistencia de unos colectores que absorbieran eficazmente el agua de lluvia, que inunda zonas enteras del pueblo a las primeras tormentas.
El alcalde, Cipriano Guillén, respondió enumerando las realizaciones hechas durante sus cinco años de mandato, y pidiendo la colaboración de todos para subsanar los problemas que todavía existen.
Por su parte, el jefe local de Sanidad, Gregorio Escribano, dio también una serie de consejos sobre higiene, e insistió en que la hepatitis no es un caso aislado de Arganda, sino que es una epidemia a nivel de toda Europa, que en el pueblo ha arraigado particularmente fuerte desde el mes de marzo.
Coincidencias
La Asociación de Vecinos de Arganda había convocado asamblea en los locales de la Cruz Roja, a las ocho de la tarde. El Ayuntamiento convocó también a los vecinos, por el mismo motivo y en el mismo local, aunque un cuarto de hora antes, y mientras los carteles de propaganda municipales permanecían intactos, muchos de los de la Asociación se veían arrancados total o parcialmente. A este respecto, un vecino intervino en la asamblea para aclarar que la asistencia del alcalde a la misma no iba a hacerles olvidar su labor anterior de quitar importancia al problema, y que se le exigiría que solucionara los problemas mencionados antes.
Calumnias
Al finalizar el acto, el alcalde charló un momento con varios vecinos y periodistas. A la pregunta de uno de ellos, sobre sus declaraciones de la semana pasada, en las que decía que en Arganda no había hepatitis y que todo se debía a una maniobra de la Asociación para aguar las fiestas del pueblo, el alcalde contestó negando rotundamente tales declaraciones. Ante la insistencia del redactor que las publicó en su día, el alcalde siguió calificándolas de calumnias y apuntó que puede que el teléfono lo hubiera cogido algún teniente de alcalde, y que éste hubiera hablado en su nombre.
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