Perspectivas de mejores relaciones entre las dos Alemanias
El secretario general del Partido Socialista Unificado (comunista) de Alemania Oriental, Erich Honecker, acaba de declarar su convicción de que existen posibilidades de una mejora de las relaciones entre la República Democrática Alemana y la República Federal. Textualmente dijo el líder comunista alemán que su país no persigue el endurecimiento de las relaciones con la República Federal. De lo que se trata es de aprovechar al máximo las posibilidades que encierran los tratados firmados entre ambos Estados.
Según Honecker, lo que procede en la actualidad es la superación de las emociones en beneficio de una actuación más serena, ya que el ulterior deterioro de las relaciones entre las dos Alemanias podría poner en peligro el proceso de estabilización en Europa. Honecker señaló que el fundamento de la política exterior de la RDA lo constituye su estrecha vinculación con la Unión Soviética, hecho que forzosamente tenía que repercutir en las relaciones con la República Federal.
Deseo de más comercio entre Berlín Este y Bonn
Según el Neues Deutschland, Honecker aludió además, y de forma especial, a las relaciones comerciales entre Berlín Este y Bonn, expresando el deseo de que el comercio exterior se intensifique este año hasta una cuantía de unos 8.000 millones de marcos. A este respecto recordó que en los primeros siete meses, la RDA logró simultáneamente, con un aumento del volumen global del comercio exterior, un superávit. En este sentido insistió en que las presiones sobre la RDA exigidas por «algunos círculos en la RFA» perjudicarían a Bonn tanto como a Berlín oriental.Las frases «amables» dirigidas por Honecker a Bonn se deben, en opinión de la mayoría de los comentaristas alemanes, a dos razones. En primer lugar, Alemania Oriental necesita una fuerte inyección financiera del orden de varios miles de millones de marcos con el fin de superar las cuantiosas pérdidas ocasionadas a su economía por la época de sequía, que ha dejado a la agricultura en una situación francamente seria. En segundo lugar, es de suponer que Honecker y la plana mayor del Partido Socialista Unificado de la RDA quieren ofrecer a la coalición social-liberal una especie de «presente», visto el estrago causado por el empeoramiento de las relaciones entre las dos Alemanias en parte del electorado socialdemócrata y liberal de la República Federal. No obstante, parece improbable que Bonn acepte la solicitud de Berlín Este de aumentar las sumas crediticias concedidas ya en otros 2.500 millones de marcos, sobre todo teniendo en cuenta que hasta después de las elecciones del 3 de octubre, el Gobierno de Bonn no dará pasos de importancia en materia de política exterior o de comercio exterior, que para el caso que nos ocupa viene a ser exactamente lo mismo.
