Entrevistas Vorster-Smith y Kissinger-Nyerere
El primer ministro sudafricano Johannes Vorster y su colega rodesiano lan Smith iniciaron ayer en la capital de Sudáfrica conversaciones sobre la gira africana del secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger y las propuestas de Estados Unidos para lograr una solución negociada del problema rodesiano.Smith, que proclamó unilateralmente la independencia de Rodesia hace 11 años, ha mantenido desde entonces a los blancos en el poder y rechazado rotundamente cualquier idea de traspaso del mando a las mayorías africanas o sustitución del sistema de discriminación racial.
Henry Kissinger, que hizo escala ayer de Zurich, llegó por la tarde del mismo día a Dar Es Salaam y fue recibido anoche por el presidente de Tanzania Julius Nyerere, con quien conversará una vez más hoy, antes de proseguir hacia Zambia y Sudáfrica. William Rogers, subsecretario de Estado para Asuntos Económicos, acompaña a Kissinger en su gira.
El primer ministro sudafricano, que celebró el lunes el décimo aniversario de su acceso al poder, dijo en un discurso pronunciado ante el Partido Nacional Africano (en el poder) que no piensa ejercer presiones económicas sobre la vecina Rodesia para que esta acepte el plan norteamericano. De sus palabras también se desprendía que el Gobierno sudafricano no está dispuesto a hacer grandes concesiones para eliminar los rigores del apartheid en Africa del Sur.
Sus puntos de vista sobre este tema tal vez los haya expresado con claridad el ministro de Información Connie Mulder, quien afirmó que las palabras apartheid y afrikaans deberían ser sustituidas por los términos «democracia plural», para indicar la política racial del Gobierno. «Eso, añadió, porque las otras palabras han adquirido una connotación negativa»,
«La ventaja de utilizar este concepto, siguió Mulder, es que no indica ningún color o idea negativa de separación». La adoptación del nuevo calificativo, precisó, «no implica ningún cambio de la política racial, sino de la terminología».
La huelga convocada ayer por los estudiantes de Soweto y Alexandra fue seguida por los trabajadores africanos. Unas trescientas veinte mil personas se quedaron en sus casas en esos townships de Johannesburgo. La policía entró más tarde en Soweto y Alexandra y detuvo a más de quinientas personas acusadas de instigar a la huelga.
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