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Gaetano Tumiati, premio "Campiello" de novela

Relato de un periodista y biografía de una generación italiana

Gaetano Tumiati, un periodista de 58 años, un metro noventa y tres de altura, nacido en Ferrara, conquistó a primeros de septiembre el premio Campiello, uno de los más serios de Italia, con la novela El busto de escayola (Mursia).

Digo serio y me explico. En Italia, como en todas partes, es difícil que un premio literario escape a la dialéctica cultural del momento o a la política económica del editor. Creer en una selección espontánea de la crítica literaria de oficio es asimismo ingenuo.

El Campiello de Venecia, patrocinado por el industrial Mario Valeri Manera, debe su seriedad a que tiene que superar dos filtros. Primeramente, el mes de junio, un jurado de doce críticos selecciona cinco libros de la temporada. Durante las vacaciones, trescientos lectores, elegidos por sorteo y siempre distintos, filtran de nuevo los libros y el 4 de septiembre votan el mejor.

Seleccionados.

Los seleccionados de este año eran: Paolo Bárbaro, con Las piedras y el amor, (Editor Mondadori); Carlo Coccioli, con David (Rusconi); Alfredo Todisco, con Historia natural de una pasión (Rizzoli); Mimi Zorzi, con La tercera edad (Marsilio). Hasta el final, el concurrente más temible ha sido Coccioli, un escritor más conocido en México y en Francia que en Italia. Tumiati lo ha batid o por una rueda o por un largo. Digamos, mejor, por una zancada.Tumiati, subdirector del semanario Panorama, es tan alto que cuando combatía en Africa del Norte tenía que hacerlo con la torreta del tanque abierta. Ha sido toda su vida periodista: fue el primer periodista italiano que visitó la China Popular en 1952, ha sido enviado especial del diario Socialista Avanti, del plutócrata La Stampa. Está casado con la escritora Luisella Fiumi y tiene dos hijas gemelas que hacen la Universidad.

A ratos perdidos, después de cenar y sacrificando los week-end, ha escrito El busto de escayola, un libro que en un 90 por 100 es autobiográfico y la biografía de una generación. Los bustos que han sostenido la espina dorsal del protagonista han sido la familia patriarcal de la infancia, el fascismo de la juventud, y el socialismo después de la segunda guerra mundial. Toda la confesión hilvanada con un hilo de ironía.

Tumiati es socialista sin estar inscrito en el partido y no cree que éste pueda ampliar su espacio político. Entre los escritores, prefiere a su paisano Giorgio Bassani, muy traducido al castellano, pero ante todo se reconoce deudor de Giuseppe Berto, a quien conoció en una barraca de presos en el Texas, durante la guerra, mientras Berto escribía El cielo es rojo.

Significado

Es prematuro hablar del significado que Tumiati puede tener con su primera novela en la literatura italiana, colocarlo en una determinada corriente literaria o estilística. Si un premio vale solamente por ser un buen índice o espía del gusto, aunque sólo sea del jurado de críticos y popular que se lo concede, el Campiello vale al menos por su tradición, como seguro espaldarazo de éxito y de calidad.En su historia, el Campiello ha sido negado a escritores hoy ilustres y afirmados como Cassola, Arbasino, Arpino, Parise, Landolfi y concedido a escritores poco conocidos como SgorIon y Terra. Nievo, como Tumiati este año, fue premiado por una obra primera. Si el periodismo se lo sigue permitiendo, Tumiati nos seguirá dando la crónica de su vida con otras dos novelas sobre los años del colegio y sobre la prisión en el Texas.

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