Más abortos terapéuticos previstos para esta semana en Seveso
Quince mujeres gestantes, contaminadas por la nube de gas TCDD en la región de Seveso -cerca de Milán-, han solicitado hasta ahora el aborto terapéutico según se supo ayer de la comisión regional que se ocupa de los damnificados.La semana pasada se sometieron al aborto, en la maternidad del hospital Maciangalli de Milán, tres mujeres, ya madres de familia, cuya identidad no se hizo pública. Para esta semana están previstos otros cuatro abortos del mismo género.
Como se sabe, las mujeres son sometidas a análisis, hasta determinar el grado de contaminacion que sufrieron y la asimilación de ésta, y también si el feto corre el peligro de malformaciones. Según parece, el TCDD origina males mayores aún que los de la talidomina.
Después de haberse determinado el grado de peligrosidad existente, la gestante mantiene una conversación con el psicólogo, tras lo cual toma una determinación sobre el aborto. Se trata de evitar en lo posible un trauma ante una tal decisión.
El número de mujeres gestantes, sólo en la región de Seveso (comprendida la zona «a», de mayor peligrosidad, que ha sido clausurada después de evacuar a la población), sería de unas 200, aunque, al parecer, el gas tóxico perjudica sólo en los primeros tres meses del embarazo.
Mientras tanto, se empezó a desalojar la fábrica (Icmesa), de la que escapó el gas, a fin de deshacerse de los productos peligrosarnente nocivos que contiene.
El Gobierno, que concedió un fondo de urgencia para hacer frente a las primeras necesidades, dio subsidios a todos los habitantes de la zona que fueron evacuados y que viven en hoteles, lejos de la región.
Por su parte, la empresa «Hoffmann-La Roche» -multinacional propietaria de la fábrica Icmesa- informó recientemente de que serían indemnizadas todas las personas afectadas.
También el Gobierno italiano ofreció una serie de facilidades referidas a la administración, impuestos y otras, a los damnificados, mientras que la comisión regional «ad hoc» se ocupa actualmente de resolver los problemas de los 170 empleados de la fábrica, en paro en estos momentos, así como de los problemas de la vivienda de los perjudicados, ya que Seveso y sus contornos se verán cerrados durante años, si no se encuentra una forma de eliminar el gas que empregna las tierras. Otra serie de problema afecta a la inutilización de muchísimas pequeñas industrias de la región, especialmente de construcción de muebles que eran exportados, sobre todo, a Suiza.
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