Palabras, palabras, palabras
Este grupo al que el título del film hace referencia, está compuesto por ocho muchachas que concluyen sus estudios. Una vez fuera de la universidad, se seguirán relacionando a lo largo de reuniones, visitas y llamadas. telefónicas, y sobre todo, gracias a la información que una (le ellas anota para sí y para sus antiguas compañeras. De este modo, la narración nos lleva en tiempo presente a la acción real y en el tiempo del recuerdo a las circunstancias que motivaron las actuales peripecias.Las novelas como ésta de Mary McCarthy destinadas a convertirse en best-seller, o al menos a intentarlo, suelen hallarse construidas, . o mejor cocinadas, según ciertas recetas repetidas una y otra vez y que al cabo del tiempo, como en tantos otros subgéneros literarios, se evidencian todavía eficaces. Aquí tenemos las vidas de estas ocho mujeres, vistas como a través del ojo de la cerradura de sus cuartos, sus despachos y alcobas, presentadas «tal como son» al amparo de los inevitables años treinta, tabla de salvación ambiental de cierto tipo de narraciones. Todas son diferentes, viene a decimos la autora, todas tienen sus problemas, comunes y dispares a la vez; unas encuentran la felicidad y otras la muerte; en suma, la vida tal como sucede. ¿Pero es la vida así? Evidentemente no, como no lo es tampoco esa época que se nos pretende dar, por mucho periódico que se nos muestre casualmente con títulos que aluden a la guerra, por mucha alusión a España, al marxismo, la depresión económica o el psicoanálisis. Tales alusiones tienen más bien un carácter superficial, casi folklórico, como las pretendidas pasiones de las protagonistas, entre las que, como era de esperar, no falta la lesbiana inevitable.
EL GRUPO
Adaptación de la novela del mismo título, de Mary McCarthney. Escrita y producida por Sidney Buchman. Dirigida por Sidney Lumet.Intérpretes: Candice Bergen, Joan Hackett, Elizabeth Hartman, Shirley Knight, Joanna Pettet, Mary-Robin Redd, Jessica Walter, Kathleen Widdoes.
Todo queda en palabras: el amor, la amistad, los problemas sexuales, las relaciones prematrimoniales. Todo queda en palabras y a la vez nada se olvida en este serial, de pretendidos altos vuelos, salvo la realidad de esa vida que la autora pretende retratar aún reducida a sus ocho personajes. Destinada la historia a un público tan lleno de prejuicios como sus protagonistas, las escenas nunca van más allá de lo que cierto «buen gusto» puede tolerar, por cierto bastante superado ya por nuestro público. En este aspecto la película evidencia un retraso bastante notable en su intento de explicamos estos esquemas de mujer, compuestos sobre tópicos ya demasiado conocidos.
Como el tiempo en el film es más breve que en el libro, las diversas acciones se suceden a velocidad tal que a menudo se confunden, obligando al espectador a verdaderos alardes de memoria visual para adivinar dónde y con quién se halla antes de volver a caer en el apresurado torbellino que Sidney Lumet ha dirigido y nos ofrece de un modo bastante rutinario. Confiando como de costumbre el éxito al guión y los actores, esta vez la historia de la que ya hemos hablado demasiado, no le ayuda en absoluto, y en cuanto a los actores, sólo cabe decir que «ellas» salen mejor paradas que los hombres, quizá porque la autora escribió su historia pensando sobre todo en lo que algunos escritores aún hoy entienden por público femenino.
Babelia
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