Soñador de un futuro brillante
Kakuei Tanaka nació el 14 de mayo de 1918 en la prefectura de Niigata, hijo de una familia humilde que no pudo darle educación universitaria. Llegó a ocupar importantes puestos políticos y gubernamentales. Estuvo al frente de los Ministerios de Hacienda, Comercio Exterior e Industria y de Correos y Comunicaciones. Fue también secretario general del Partido Liberal-demócrata, antes de ser elegido para la presidencia y convertirse en primer ministro, en julio de 1972.Simultáneamente, consiguió una importante fortuna personal a través de diversas empresas constructoras. Esto, unido a sus contactos personales en la industria, le habilitó para conseguir la mayoría de seguidores en la Dieta. Aunque su reputación se vio empañada y se vio forzado a dimitir en 1974, Tanaka continuaba siendo miembro de la Cámara de Representantes y, según los observadores políticos, preparaba su vuelta al poder hasta que se produjeron las primeras revelaciones sobre la Lockheed, en febrero.
Fuentes de esta compañía revelaron que habían gastado 12,6 millones de dólares en comisiones y sobornos para promocionar la venta de sus aviones a Japón. Puesto que gran parte de estos contactos secretos tuvieron lugar durante el mandato de Tanaka, inmediatamente surgieron las sospechas de que éste estuviera implicado.
Sin embargo, no se creía que el asunto tuviera consecuencias tan pronto y se pensaba que la acusación alcanzaría a políticos de segunda fila, posibles chivos expiatorios. Tanaka es el quinceavo detenido como consecuencia del escándalo; los otros catorce son todos hombres de negocios. Las autoridades detuvieron también ayer a Toshio Enoboto, primer secretario de Tanaka, bajo la misma acusación, en calidad de cómplice.
En 1972, Tanaka se entrevistó con el presidente Nixon, que instó a los japoneses para que adquirieran más bienes americanos, para corregir el desequilibrio comercial entre los dos países. Poco después, todas las líneas aéreas niponas anularon su opción para adquirir los DC-10 de la McDonnel-Douglas, y decidieron comprar 21 aparatos L-1011, de la Lockheed. Uno de los principales accionistas de la mayor compañía aérea japonesa de transportes de pasajeros es Kenji Osano, un próximo colaborador de Tanaka. Además, Tanaka presidía el Consejo Nacional de Defensa que, en una reunión de 9 de octubre de 1972, decidió que Japón no produjese un gran número de aviones anti-submarinos. En su lugar se decidió encargar aparatos P-3c a la Lockheed.
El poderoso Tanaka controlaba hasta su detención a la mayoría de los grupos aliados en la Cámara de Representantes y en la Cámara de Consejeros de la Dieta, y su larga experiencia en el Gobierno le ha supuesto gran número de seguidores dentro de la poderosa burocracia del Gobierno y entre los dirigentes de la industria.
Kakuei Tanaka adora los números. En su libro El desafío japonés, da cientos de datos y cifras. En Japón le llaman el ordenador. Sin embargo, los años de su mandato fueron los más negros para Japón. Cuando tomó el poder en 1972, la inflación se elevaba al 4,8 por 100. En 1973, primer año de su Gobierno, ya había subido al 11,6 por 100, y en 1974, año en que tuvo que dimitir por un oscuro asunto de tráfico de influencias, llegaba al 25 por 100.
1974 fue uno de los peores años para Japón y es muy probable que la riqueza nacional hubiese retrocedido en un 3 por 100 con respecto a 1973, un hecho sin precedentes en la historia económica de Japón. Los efectos de su gestión fueron inmediatos: quiebras y paro.
Este no puede ser, no obstante, el balance de ese hombre desbordante de ideas. Los años que pasó en una compañía constructora, como consejero primero, patrón posteriormente, le crearon la afición por las grandes cosas y las grandes obras. Uno de sus libros más conocidos Una propuesta para remodelar el archipiélago japonés, es un compendio de ideas y sueños.
Para él, Japón había que reconstruirlo sobre la base de pequeñas aglomeraciones de 250.000 habitantes como máximo. Ningún punto de Japón, escribía, debe estar a más de un día de distancia. Las ciudades tendrían que estar rodeadas de áreas verdes, y desarrollar en ellas un urbanismo humano.
Tanaka fue el hombre que lanzó a los empresarios japoneses a la conquista del mundo. Aunque abrió las puertas de Japón a las firmas extranjeras, también estimuló a las empresas japonesas a invertir en el extranjero.
Hombre de grandes empresas y soñador, Tanaka ha concluido sus días políticos, por segunda vez en su vida, acusado de corrupción y venalidad. Su educación se limitó a una escuela vocacional, y su servicio militar a un breve paso por los cuarteles hasta verse liberado a causa de una neumonía.
Cuando le detuvieron vivía con su esposa Hana, con la cual se casó en 1942, en un complejo habitacional a la medida de sus sueños urbanísticos: rodeado de césped y jardines, con torrentes entre piedras y carpas de colores nadando entre las rocas.
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