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Posible nueva devaluación de la peseta

Ni el turismo ni la devaluación de la peseta contribuyen a mejorar por ahora el déficit de nuestra balanza comercial, que peligrosamente se está acercando a los niveles del pasado año, según publica el semanario de comercio exterior del Servicio de Estudios del Banco de Bilbao, Servex.

No se esperaba que la última devaluación tuviera efectos inmediatos sobre los intercambios exteriores, y efectivamente, así ha sido, pues aparentemente éstos no se han dejado sentir hasta ahora (en junio, y según cifras de Aduanas, las exportaciones han crecido un 35 por 100 en valor y un 27 por 100 en términos reales). Pero el caso es que las importaciones están aumentando su ritmo expansivo haciendo estériles aquellos esfuerzos en cuanto a mejora del equilibrio.Para colmo de males, la desastrosa evolución de los precios españoles pone en peligro la competitividad exterior y nos va a ser difícil aprovechar la mejor evolución que están experimentando algunas economías occidentales.

«Total, que vista la marcha de nuestra economía exterior en el transcurso del primer semestre -añade Servex- y dadas las perspectivas que se vislumbran en este terreno, la balanza comercial española podría continuar empeorando y terminar el año con un saldo negativo algo superior al de 1975, cuando ascendió a 7.278 millones de dólares» (más de 47.000 millones de pesetas).

Mientras tanto, y a pesar de una leve reacción esperada del turismo, nuestro endeudamiento exterior sigue aumentando y las reservas internacionales descienden como consecuencia de la recesión turística.

Aunque las transferencias están resultando favorecidas este año, no van a rebasar los 1.144 millones de ingresos netos de 1975, ni compensarán con creces el déficit comercial. Por tanto, el saldo negativo corriente no estará lejos este año de los 3.477 millones de dólares del anterior.

«A este paso y si la inflación nacional no cede, tendremos que modificar nuevamente el cambio de la peseta -incluso después de haber crecido más nuestros precios que los de la mayoría de los países de la OCDE- ha mejorado algo su relación internacional desde la devaluación del 9 de febrero último, dice el boletín Servex.

Pero de nada nos serviría, no obstante, cualquier nuevo recorte de la moneda española de no ir acompañado de medidas estabilizadoras tendentes a ajustar nuestra economía a las circunstancias actuales.

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