Llanuras rojizas y una atmósfera azul con nitrógeno, en Marte
Un terreno arenoso, de fuerte color rojizo, asimilable al de los minerales de hierro, sacudido por fuertes vientos que soplan a casi trescientos kilómetros por hora. Un cielo azul brillante, signo inequívoco de una atmósfera que resulta tener más nitrógeno del que se esperaba y menos argón del que se suponía, signos ambos importantes para el desarrollo de la vida. Ninguna presencia de agua en la superficie con la cada vez más probable existencia subterránea del preciado líquido. Ninguna señal de vegetales o animales. Este es el paisaje que el planeta Marte ofrece desde su superficie a los atónitos ojos que ven caer multitud de mitos y leyendas, de la mano de otro sueño científico realizado.
El lugar donde está situado la sonda Viking- 1 sigue causando el entusiasmo de los científicos. «Es el momento más feliz de mi vida -ha declarado James S. Martin, director del proyecto-. Es increíble que todo haya funcionado tan perfectamente».Aún no se puede precisar si el entorno del lugar donde está el Viking debe la presencia de dunas y piedras a fenómenos de erosión eólica (viento), a depósitos de antiguas corrientes de agua, al bombardeo de meteoritos o a fenómenos volcánicos. La ausencia de signos de vida animal y vegetal, tal como se desarrollan en la Tierra, era algo en cierto modo esperado.
Los expertos piensan que no es probable la presencia en Marte de macroorganismos vivientes como son los animales, las plantas o los seres humanos terrestres. Pero si hubo vida alguna vez en Marte o la vida está empezando a evolucionar, podrá ser constatable.
Muchos de los rasgos del planeta vecino muestran un astro similar a lo que podría ser la Tierra dentro de millones de años, si a causa de un enfriamiento solar u otras razones, nuestro planeta presenciase el fin de la vida: cauces secos de ríos y lagos, una atmósfera que se empobrece perdiendo sus componentes que escapan de la atracción gravitatoria, a causa de lo que se denomina teoría cinética de gases y que no es otra cosa sino el movimiento de las pequeñas partículas, etc.
Sin embargo otros signos del planeta se asemejan a lo que pudiera haber sido la Tierra antes de que el proceso de la vida empezase a desarrollarse. Por ejemplo, la presencia de algo de nitrógeno en su atmósfera, hace más posible el desarrollo de los primeros compuestos químicos.
La composición de su atmósfera es fundamentalmente de anhídrido carbónico (CO2) habiéndose detectado en el descenso del Lander una proporción de gas inerte Argón menor de la que se suponía.
Sigue sin aclararse la presencia del agua en el planeta. Las condiciones atmosféricas hacen posible que el agua en Marte estuviese conservada en zonas subterráneas. En todo caso, «la exploración de Marte ha comenzado para los sabios, en condiciones que permiten albergar grandes esperanzas para los próximos días en las tareas que esperan al ingenio», según señalaba ayer el diario New York Times, en su editorial, que añadía, refiriéndose a esas tareas, que «tienen por objeto hacer conocer a los hombres las particularidades de este planeta de un modo tan completo como la Tierra.
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