El nuevo Gobierno peruano, prueba de realismo político
El viernes por la noche se formó un nuevo Gobierno en Perú. El cambio más destacado es el reemplazo del anterior ministro de Asuntos Exteriores, general Miguel Angel de la Flor, por el embajador José de la Puente Rabdill.Tras el alejamiento del Gobierno (por pasar al retiro) del general Jorge Fernández Maldonado, quien desempeñaba el cargo de primer ministro y ministro de la Guerra, el presidente de la República general Morales Bermudez, resolvió en pocas horas la crísis de Gobierno, reorganizando rápidamente su equipo ministerial.
El nuevo Gabinete prestó juramento ayer al mediodía en el Palacio del Gobierno. Como presidente del Consejo de Ministros y ministro de la Guerra del nuevo Gobierno figura el general Arbulu Galliani, mientras que la Aeronáutica y la Marina conservan a las mismas figuras. Las tres personalidades integran, de acuerdo con el Estatuto Revolucionario en vigor, la Junta Militar de Gobierno, en representación de sus respectivos ejércitos.
Previamente a la formación del Gobierno, se hizo público un comunicado oficial en que se informaba de la solicitud de retiro del general Jorge Fernández Maldonado, a la vez que se confirmaba la decisión del Gobierno Militar de seguir el proceso revolucionario «dentro de las mismas líneas de las bases ideológicas y del Estatuto Revolucionario, y con la indestructible unidad de las Fuerzas Armadas y las fuerzas policíacas».
Tres nuevos titulares fueron designados para las carteras de Asuntos Exteriores Agricultura y Alimentación fue creado un nuevo Ministerio de Integración. El nuevo jefe de Gobierno, general Guillermo Arbalu de cincuenta años, pertenece al arma de Ingenieros desde el año 1943, desempeñó diversos altos cargos en las Fuerzas Armadas y siguió cursos de perfeccionamiento en los Estados Unidos.
Se cree que el nombramiento del nuevo primer ministro confirma la orientación «moderada» adquirida por el régimen «revolucionario» peruano, teniendo en cuenta que su antecesor en el cargo, el general Fernández Maldonado, se convirtió en un símbolo que representaba a los miembros de la primera fase del «proceso revolucionario» en dificultades en el seno de un Gobierno cada vez más inclinado hacia el realismo político. En especial, el general Fernández Maldonado fue criticado por su incompatibilidad con la aplicación de una nueva estrategia económica para el país. El ambiente nacional se deterioró bruscamente con la adopción, hace unas semanas, de medidas de austeridad que provocaron desórdenes en Lima y otras ciudades. Al parecer, el presidente de la República recibió presiones cada vez más fuertes que, en definitiva, le obligaron a prescindir de su primer ministro.
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