"No serán tolerados los poderes paralelos"
El general Ramalbo Eanes tomó posesión ayer ante la Asamblea de la República como presidente de la República portuguesa. Después de prestar juramento ante el presidente de la Asamblea de la República, doctor Vasco da Gama Fernandes, con estas palabras: «Juro por mi honor desempeñar fielmente las funciones en las que quedo investido y defender y hacer cumplir la Constitución», Eanes tomó posesión como decimocuarto presidente de la República portuguesa, instituida el 5 de octubre de 1910.
El presidente de la Asamblea pronunció después un discurso de saludo ante el pleno de ésta. Asistieron a la ceremonia también el ex presidente Costa Gomes y numerosos miembros del Consejo de la Revolución, así como los secretarios generales de los cuatro grandes partidos portugueses y el cuerpo diplomático.Después de la larga intervención de Vasco da Gama Fernandes, que se refirió fundamentalmente a los «oscuros años del fascismo salazarista», el general Eanes pronunció su discurso. Comenzó diciendo que «este acto de toma de posesión de un presidente de la República, que sólo debe este puesto al sufragio de sus conciudadanos, culmina un largo y penoso camino de resistencia del pueblo portugués a la opresión y es un marco decisivo en la institucionalización de la democracia". Más tarde indicó que este «acto consagra la derrota de las minorías que se opusueron a las transformaciones políticas, económicas, sociales, culturales, ahora traducidas en un proyecto de vida colectiva basado en la justicia, en la igualdad y en el respeto por las libertades».
«La firmeza con que el pueblo portugués supo responder a todas las situaciones dictatoriales, demostraron la justeza del programa del Movimiento de las Fuerzas Armadas y la firme adhesión del pueblo portugués a su mensaje, que el 25 de noviembre de 1975 quedó de nuevo claramente expresado.» En otro momento de su discurso, el nuevo presidente de la República evocó a los «que resistieron a la dictadura» o «dieron lo mejor de sí mismos al MFA», pero no citó nombres ni se refirió directamente al presidente cesante, general Costa Gomes. Eanes dijo únicamente que la historia «registrará sus nombres».
«Hoy juro ante el país y el mundo defender la Constitución portuguesa, y al hacerlo me comprometo una vez más a asegurar y desarrollar las condiciones que han de garantizar la primacía del Estado de derecho democrático y las bases de una sociedad socialista», afirmó también el nuevo presidente.
Mas tarde Indicó: «No hay lugar para actuaciones de las fuerzas políticas que se dirijan a la restauración de un pasado que el pueblo portugués claramente rechazó, ni serán tolerados los intentos de creación de poderes paralelos, radicados en actuaciones de carácter insurreccional que sólo pueden conducir de nuevo a la miseria y a la dictadura».
En relación a la Coristitución, a la que el general Eanes hizo numerosas referencias, dijo que «representa la realidad y las conquistas revolucionarias que el 25 de abril desencadenó, y consagra lacliminación del golpismo y la anarquía a las que el 25 de noviembre de 1975 puso fin ».
Más adelante el general Eanes se refirió al Consejo de la Revolución, definido en la Constitución como «la expresión política de las fuerzas armadas» y del que indicó que sus fines están «justamente atribuidos».
«La oposición debe tener en este país un lugar y una voz. Pero tiene que constituir una alternativa real y no un mero ejercicio lúdico de querellas partidarias, para que ella no se transforme de oposición a un Gobierno en oposición a la democracia.»
Después de referirse a los tribunales como otro de los pilares de la nueva democracia portuguesa, Eanes indicó que se pretende construir una sociedad en la que no haya lugar para el miedo, ni para la impunidad del terrorismo y el delito. (Precisamente hoy dos postes de alta tensión, en los alrededores de Lisboa, han volado por los aires como consecuencia de un atentado terrorista, el segundo importante que se produce desde las elecciones)
«Se generalizó en Portugal la irresponsabilidad y la incompetencia, cuantas veces usurpando el nombre y los intereses de los trabajadores, y se avanzó ampliamente en el campo de la irracionalidad económica, que podria conducir a muchos lugares, pero no por cierto a la democracia, y mucho menos al socialismo», afirmó también Eanes. El nuevo presidente de la República dijo después que «cabe al Gobierno encontrar los caminos en los que se asientan los avances de las conquistas de las clases más desfavorecidas, pero todas las fuerzas políticas seran responsables por la creación de condiciones que permitan la realización del programa que esta Asamblea apruebe». Después de referirse a la crisis económica y a la desorganización general de la economía, el general Eanes afirmó que hay «que rentabilizar el sector nacionalizado y crear condiciones para el relanzamiento de las inversiones privadas».
«Somos más pobres, pero la experiencia vivida nos enseñó que la libertad es un bien inestimable que merece la vida y, sin la que no hay democracia ni dignificación del hombre», dijo también Eanes. Puntualizó, además, que «tenemos enfrente nuestro muchas dificultades para asegurar la consolidación de la democracia y para abrir el camino hacia una sociedad socialista, respetando permanentemente la voluntad del pueblo portugués».
Al terminar su largo discurso, el general Eanes concluyó: «Que quede bien claro, esta no es la tarea, no puede ni debe ser la tarea de un solo hombre, ni siquiera de un Gobierno: tiene que ser la tarea de todos nosotros, tiene que ser una misión del pueblo portugués».
Millares de manifestantes, pertenecientes a los tres partidos de la mayoría presidencial (socialista, popular y centrista) vitorearon después al general Eanes.
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