Hoy comienza la Conferencia de los comunistas europeos
El eurocomunismo, denominación que se da a la línea política de varios partidos comunistas de Europa occidental que, por convicción o por táctica, pretenden marcar una línea de actuación al margen de la ortodoxia moscovita, recibirá su aprobación internacional en el comunicado final de la conferencia de los 28 partidos comunistas de Europa, que comenzará hoy en Berlín.Un comunicado final de treinta y seis páginas contendrá en su texto el reconocimiento solemne a la independencia de cada partido comunista europeo, en su vía hacia una sociedad socialista. En definitiva, la querella entre el Partido Comunista de la Unión Soviética y sus aliados del Este (con excepción de Yugoslavia y, en menor medida, Rumania) y el Partido Comunista italiano y español, quedará saldada en Berlín-Este con un texto que no será vinculante para los firmantes del mismo.
Los partidos comunistas europeos deliberarán en Berlín-Este sobre la aplicación del acta final de la Conferencia Europea de Cooperación y Seguridad (CSCE), aprobada el 30 de julio de 1975 en Helsinki por 35 países del Este y del Oeste -entre los que figura España- y su segunda etapa que debería celebrarse en Belgrado, en el verano de 1977.
Se felicitarán de la reunificación del Vietnam, de la victoria del MPLA en Angola, preconizarán el «triunfo de la democracia socialista» en Italia, Francia y Portugal, sin que se excluya a la situación del PC en España. Condenarán el neofascismo, neocolonialismo y el racismo y mostrarán su inquietud por algunos de los conflictos internacionales más candentes (como el del Medio Oriente y de Africa austral).
El comunicado final eludirá términos como el de la imposición de la "dictadura del proletariado" al que han renunciado los PC protagonistas del eurocomunismo como Italia, España y, últimamente, Francia, y tampoco citará a la República Popular China para no comprometer la convocatoria de una nueva conferencia mundial de partidos comunistas y obreros, a imagen de la celebrada en Moscú en 1969.
La presencia de los principales líderes de los partidos comunistas europeos, encabezada por el propio Breznev, secretario general del. PCUS; de Berlinguer (líder indiscutible de la línea eurocomunista, confirmada por el 34 por 100 de los electores italianos) y Carrillo y Marchais, secretarios generales respectivos de los PC de España y Francia, constituirá un acontecimiento político de primer plano para el conjunto europeo.
Sin embargo, en opinión de los observadores, la figura del congreso de partidos comunistas europeos será el mariscal Tito. Los comunistas yugoslavos, desde 1945, han marcado una línea de independencia respecto a las directrices de Moscú.
Las diferencias entre Moscú y Belgrado -cuyo último exponente es el juicio en la capital yugoslava, de Vlado Dapcovic, líder de los kominformistas o comunistas yugoslavos favorables a Moscú- han sido siempre notorias. Se especula cada vez más en que la URSS aprovechará en su día la desaparición física de Tito para dividir a los comunistas yugoslavos.
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