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Tribuna
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Un juicio político

Emilio Menéndez del Valle

Desde el punto de vista del Derecho Internacional, la Repúlica Popular de Angola es ya un Estado soberano, con un Gobierno estable funcionando y con un creciente papel en las relaciones internacionales, especialmente en el campo tercermundista y en el de los países no capitalistas.Es un Gobierno emanado del Movimiento Popular para la Liberación de Angola, organización izquierdista y supratribal, verdaderamente anticolonialista y la única dotada desde los primeros meses de la guerra de liberación de ideología, estrategia y táctica coherentes. Una coherencia que le ha hecho trabajar no sólo por la liberación nacional, sino también por la social. El MPLA hubiese podido acceder antes y más fácilmente al poder real en Angola -tras los largos años de lucha- de no haber sido por el intento de prolongar la guerra llevado a cabo principalmente desde el exterior del país.

Dos focos desestabilizadores actuaban desde fuera: los restos de los colonialistas portugueses (con obvias conexiones internacionales), expulsados de las colonias africanas y parcialmente del propio Portugal, y los Gobiernos del bastión blanquista que aún perdura en África, esto es, Rodesia y Sudáfrica.

Ambos sectores tenían y tienen (aunque las posibilidades disminuyen por momentos), enorme interés en que fracase la experiencia revolucionaria implantada en Angola, bien es cierto que con ayuda de soviéticos y cubanos, llamados por el Gobierno de Luanda. Son dichos sectores los que se han apoyado -y en gran manera instrumentalizado- en las otras dos organizaciones enemigas del MPLA, hoy derrotadas: el FNLA, y UNITA. Ambas han dado muestras suficientes de estar financiadas, sostenidas y coreadas por aquellos sectores internacionales que, de una u otra manera, temían a la ideología MPLA.

Perci el caso es que, como decíamos al principio, un Gobierno del MPLA está hoy asentado en Luanda y para muchos las cañas se han convertido en lanzas.

1 En este contexto se halla inmerso el juicio que contra varios mercenarios occidentales está en vías de celebrarse en Angola por los tribunales de la nueva república. Obviamente, se trata de un juicio político, al que se pretendo dar la máxima publi6dad internacional, y al que están invitados-abogados, periodistas y observadores extranjeros.

El proceso se produce en un marco delicado y persigue un doble objetivo. El marco es interno e internacional-regional al mismo tiempo. Interno por cuanto acaba de anunciarse un rebrote de actividad del grupo UNITA cerca de la frontera con Africa del Sur. Internacional-regional porque es importante para la definitiva consolidación de sociedades progresistas en Angola, Mozambique y cono sur de Africa, la eliminación en una primera etapa del sector de dominación blanquista en Rodesia y en otra más dilatada, la del sistema de opresión racista que existe en Sudáfrica.

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El juicio advertiría por un lado contra todo intento de reclutamiento de nuevos mercenarios para UNITA o FNLA -lo que contribuiría a crear algún foco de inestabilidad por algún tiempo- y por otro, es un claro recordatorio a los posibles europeos candidatos a aventurero,; sin escrúpulos, y a los planes en marcha de clan Smith en Rodesia, quien pretende librar la última batalla por su supervivencia con extranjeros a sueldo.

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