_
_
_
_

La diversidad lingüística belga puede provocar una crisis política

La guerra lingüística en Bélgica, entre flamencos y valones, puede originar una crisis gubernamental que terminaría con la actual coalición en el poder formada por socialcristianos, liberales y un partido federalista de expresión francófona.Bélgica cuenta con casi 10 millones de habitantes, divididos en tres comunidades lingüísticas: los flamencos, de expresión neerlandesa; los valones, de habla francesa, y los furones, minoría de habla alemana.

El bilingüismo oficial, entre flamencos y francófonos, es una regla de oro que se aplica estrictamente a todos los niveles. Desde los partidos políticos -excepto los de obediencia federalísta, minoritarios- que están todos divididos en dos alas, hasta el porcentaje de funcionarios en la Administración.

Además de las formaciontes políticas clásicas (socialcristianos, socialistas, liberales y comunistas) en los últimos años tres partidos con carácter federal han adquirido particular importancia. Se trata de los flamencos de la Volksunie (Pueblo Unido), los francófonos del Rassemblement-Wallon (Agrupación de los Valones) y el FDF (Frente Democrático de los francófonos bruselenses) cuyo objetivo principal es defender la capital contra la influencia flamenca.

La elección de Roger Nols (FDF) como alcalde de uno de los 18 ayuntamientos de la aglomeración bruselense -el de Schaerbeek- originó un pequeño cambio en las costumbres administrativas del Ayuntamiepto. Teniendo en cuenta que la población flamenca de Schaerbeek es de un 20 por 100, Nols decidió reservar solamente unas ventanillas para los flamencos y las demás para los francófonos.

Cuando los miembros de los pártidos políticos flamencos, particularmente de la Volksunie, descubrieron el hecho, comenzaron una serie de manifestaciones semanales en el terrotorio de Schaerbeek, algunas con carácter violento, por parte de los flamencos. Finalmente el Gobierno, presidido por el primer ministro Leo Tindemans (socialcristiano flamenco), decidió que Schaerbeek debía restablecer la paridad lingüística en sus ventanillas del ayuntamiento.

Naturalmente la guerra lingüística ha creado un ambiente poco propicio al actual Gobierno. Pero los quebraderos de cabeza para el primer ministro Tindemans no terminan aquí. El Rassemblement Wallon, gracias al cual el Gobierno tiene una escasa mayoría parlamentaria, amenazó con quitar la coalición gubernamental con socialcristiános y liberales, si no se resuelven los problemas de la «Caja de Ahorros». Un acuerdo en el tema vio la luz el pasado jueves. Pero cabe preguntarse: ¿para cuándo el próximo conflicto linguístico? Gazet van Antwerpen, periódico de Amberes, publicaba el sábado un informe de su equipo de reporteros, escribiendo que, aun sin letreros, las ventanillas de Schaerbeek seguían siendo discriminatorias: unas para flamencos y otras para francófonos.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Gobierno «a tres»

Los observadores políticos no creen que una crisis política estalle antes del verano. Nunca se ha votado en este país durante los meses estivales. Otra cosa será el otoño, sobre todo porque el 10 de octubre deben celebrarse elecciones municipales.Con vistas a lo que pueda pasar dentro de unos meses, si hay crisis gubernamental y elecciones generales, los socialistas, flamencos, valones y bruselenses -actualmente en la oposición, después de haber practicado un Gobierno de coalición con los socialcristianos- anunciarán el próximo martes un acuerdo comunitario tripartito, propondrán tres regiones para Bélgica (flamenca, valona y bruselense), dotadas de asambleas elegidas por sufragio universal directo y con ejecutivos responsables ante las mismas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_