La Democracia Cristiana: un partido en baja a pesar del soporte rural
En las pasadas elecciones regionales, provinciales y municipales, que se celebraron en Italia el 15 y 16 de junio de 1975, se experimentó un avance, del Partido Comunista, en detrimento de la Democracia Cristiana.En términos generales, la Democracia Cristiana (DC) bajaba del 37,9 por 100 de votos que obtuvo en 1.970, al 35,8 por 100, en las elecciones del año pasado.
El descenso, en un 2,6 por 100 de los votos de la DC, se interpretó entonces como una reticencia de los electores hacia la fórmula de gobierno del centro-izquierda, incrementando sus porcentajes los comunistas y los neofascistas del Movimiento Social Italiano (MSI), partidos que no participan en el Gobierno, el primero desde 1947 y el segundo desde. 1960.
El voto democristiano en 1972, dividido por centros de población, fue el siguiente:
1. Las once ciudades más importantes (20,3 del electorado): 15,3 por 100.
2. Capitales de provincia (14,7,del electorado): 14,3 por, 100.
3. Ciudades de más de 10.000 habitantes (29,9 del electorado): 28,7 por 100.
4. Ciudades con menos de 10.000 habitantes (35, 1, del electorado): 41,7 por 100.
De los resultados electorales de 1972 se desprende que el 41 por 100 de los votantes de la DC residen en localidades inferiores a los 3.000 habitantes, lo que representa que el voto democristiano está localizado en las zonas rurales, incluso los números revelan que la DC es el partido menos urbano de Italia.
El electorado democristiano es fiel y estable y se comporta de manera idéntica en las tres últimas elecciones políticas en los últimos trece años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.