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España expone su vocación atlantista

El ministro español de Asuntos Exteriores, José María de Areilza, ha pronunciado un discurso de marcado carácter atlantista en presencia del secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, en el almuerzo ofrecido por este último en el Departamento de Estado a los Reyes de España. Al almuerzo asistió también el vicepresidente de los Estados Unidos, Nelson Rockefeller.

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En su brindis al Rey de España, Kissinger dijo que «creemos que España debería ser miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte tan pronto como sea posible». También hizo Votos Kissinger por que España pudiese realizar el equilibrio entre libertad y autoridad. España, añadió, «está embarcada en uno de sus grandes esfuerzos». Esperaba que la Monarquía pudiese conducir a España por este camino. En uno de sus conocidos rasgos de humor cosmopolita, Kissinger señaló que históricamente «la palabra española equivalente a compromiso se decía guerra civil».Areilza preguntó en el discurso: «¿No será llegada la hora acaso de afrontar consentido realista en el seno del atlantismo lo que vale y lo que pesa cada uno de los elementos que de verdad contribuyen al equilibrio, a la estabilidad y a la defensa de las comunes formas de vida de la Europa occidental?

Por la mañana temprano, en un desayuno ofrecido por el Rey a los representantes de los medios periodísticos norteamericanos, les fueron expuestas a éstos las líneas generales de una democracia tipo española. En el calendario de esta democracia se prevé un referéndum en octubre y elecciones generales a primeros de 1977.

El espíritu del 76

El señor Areilza, en su discurso del Departamento de Estado, rechazó la posibilidad de un aislamiento internacional de España. En el mundo interdependiente de hoy no basta con la mutua relación por estrecha que esta sea. Hace falta sentirse solidario e insertado en algunas de esas grandes tendencias y organizaciones regionales en que hoy se agrupan los países y que constituyen verdaderos polos de poder y decisión. » Areilza afirmó que había que leer y meditar los principios filosóficos y morales de la Declaración de Independencia: La igualdad política, el consenso de los gobernados, la soberanía nacional, la necesaria autoridad y el gobierno por el pueblo el sutil equilibrio entre las ideas de la democracia y de la libertad. «En ese espíritu -que entendemos es el del 76- nos movemos hoy en España.»

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Al final de su oración, el señor Areilza exaltó, como había hecho el día anterior el Rey ante una sesión conjunta del Congreso, el, papel de la Monarquía española como «instrumento de unidad y de cohesión social de nuestro pueblo, que garantice igualdad y libertad a todos los ciudadanos y haga posible el progreso y la justicia en nuestra colectividad».

En la tumba del soldado desconocido

Durante la mañana de ayer, el Rey de España visitó el cementerio nacional de Arlington, donde depositó una corona de flores ante la tumba del soldado desconocido. El resto de la jornada fue dedicado a una intensa actividad cultural y ceremonial, para coronar la contribución española a las celebraciones del bicentenario de los Estados Unidos.

Los Reyes inauguraron la exposición Colón y su tiempo, en el Museo de Historia y Tecnología de la Smithsonian Institution, donde se exhiben entre otras piezas el diario de navegación del primer viaje de Colón, resumido por Bartolomé de las Casas, la carta de nombramiento de Colón como capitán general de la Armada que iba a las Indias, retablos de la Virgen y cuadros de Isabel la Católica.Poco despues los reyes inaguraron el monumento de Bernardo de Gálvez general de las fuerzas españolas que ayudaron a la independencia de los Estados Unidos, obra de Juan de Avalos, de 3.000 kilogramos de peso, situado en el área vecina del Departamento de Estado. Por la tarde, la Reina inauguró la exposición Nuestra Señora de Atocha, en la National Geographic Society, donde se exhiben restos de un gran galeón español rescatado de los fondos de los cayos de la Florida.En el curso de la mañana de ayer, el Rey recibió al Comité Judío de los Estados. Unidos, poderoso grupo de esta comunidad.

Preguntas al Rey y a Areilza

El eco en la prensa norteamericana de la visita de los Reyes y de su discurso de compromiso con la democracia y la libertad en la sesión conjunta del Congreso, ha sido hasta ahora escaso. Las informaciones no han sido acompañadas aún de importantes comentarios editoriales. No obstante, se han publicado algunas extensas informaciones sobre las dificultades políticas de la oposición en España. En medios del Congreso relacionados con la discusión y ratificación del Tratado de Amistad y Cooperación entre España y Estados Unidos, la impresión es optimista.

El senador Sparkinan, demócrata. por Alabama, presidente del poderoso Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo el miércoles al Rey, en el almuerzo ofrecido en el Congreso, que «veo por fin una verdadera perspectiva de crecientes y futuros hazos de cultura, comercio y amistad entre los dos países». En medios del Congreso se atribuye importancia a los desarrollos políticos de España, a su vinculación con las otras democracias occidentales, y a su toma de posición respecto del esfuerzo defensivo común. No obstante, los senadores y representantes presentaron al Rey y a Areilza un nutrido cuestionario de preguntas políticas y sociales, concernientes a las libertades, a los presois políticos y al plan de reformas. El senador por Nueva York, Jacob Javits, mostró gran interés por la suerte de determinados presos políticos.

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