Dos años de mediaciones e intervenciones

Durante los incidentes de Sidón, en febrero de 1975, Siria medió discretamente entre el Gobierno libanés y la resistencia palestina.El 23 de junio, tras la dimisión del primer ministro Rachid el Solh, el presidente Soleimán Frangieh anunció la formación de un Gobierno militar encabezado por el general Rifai. La izquierda se lanzó, entonces, a la calle para protestar. Dos días después llegó a Beirut, como mediador, el vicepresidente y ministros de Asuntos Extranjeros sirio, Abdel Jalim Jaddam. El Gobierno militar, sin haber podido gobernar, se vio obligado a dimitir al día siguiente y Jaddam regresó a Damasco, después de haber sido elegido primer ministro Rachid Karame, que formó inmediatamente Gobierno.

El 2 de septiembre, después de un accidente trivial, un zghortiota cristiano mató a un tripolitano musulmán por una cuestión de preferencia de tránsito en carretera, la ciudad de Zghorta luchó encarnizadamente con la de Trípoli. Siria envió un contingente de tropas que colocó como tampón entre las dos ciudades.

El 14 de septiembre se anunció en Beirut la firma del segundo acuerdo de separación de fuerzas egipcio-israelí. Una nueva e importante fase de la guerra comenzó entonces, en la capital libanesa y pronto se extendió a todo el país.

El 19 de septiembre llegó de nuevo a Beirut Abdel Jalim Jaddam, llamado ya el «Kissinger sirio», y en menos de una semana logró imponer otro alto el fuego. Egipto y Siria intercambiaron acusaciones graves. Se creó una comisión militar tripartita sirio-Iibanesa-palestina. Los acuerdos fueron rotos rápidamente por ambas partes. El 7 de febrero el presidente libanés, Soleimán Frangieh, se reunió en Damasco colega sirio, Hafez el Assad. Siria garantizó al Líbano que los palestinos, respetarían los acuerdos que habían firmado con el Gobierno libanés. Al parecer, el presidente Frangieh aceptó, a cambio de aplicar las reformas políticas que los sirios proponían.

A su regresó a Beirut, el 14 de febrero, Soleimán Frangieh hizo público un documento en 17 puntos como base para la reconciliación entre las dos comunidades.

La calma relativa que siguió al acuerdo fue rota nuevamente. El 16 de marzo el presidente Hafez el Assad declaró: «El Líbano es un país árabe como Siria, Jordania, Arabia Saudita o cualquier otro. El porvenir de los cristianos del Líbano es el porvenir de todos los árabes.»

Sólo dos días después para dar una idea de la fragilida de estos proyectos conciliatorios, la organización palestina Al Saeka, del baas prosirio palestino, acusó a Kamal Jumblatt y Yasser Arafat de «querer arrastrar al Líbano a una vana aventura». Unos días más tarde el primero de abril, el líder izquierdista Kamal Jumblatt denunció el bloqueo sirio sobre las armas destinadas a los combatientes izquierdistas. Se habló, por primera vez, de ruptura entre los izquierdistas y Siria.

El 12 de abril las tropas sirias entraron de nuevo en el Líbano, y dos días más tarde una delegación palestina pidió explicaciones al presidente El Assad. Arafat y Assad llegaron a un acuerdo en siete puntos de 8 de mayo fue elegido presidente del Líbano Elías Sarkis, candidato apoyado por Siria, en contra del candidato de la izquierda, Raymond Edde. Se implantaba así la influencia siria sin necesidad de cañones. Los tanques vendrían después.