Alava tendrá nuevo concierto económico para fin de año

«No hay motivos de preocupación por el momento en torno a concierto económico», dijo el domingo el presidente de la Diputación de Álava, Manuel María Lejarreta, durante la celebración de las juntas generales de la provincia, en la localidad de Oyón. Añadió que, hasta ahora, no se han presentado diferencias insalvables en las negociaciones que llevan a cabo las dos comisiones nombradas por corporación provincial y el Estado, por lo que es de esperar que para finales de año se haya redactado el nuevo texto.«Como siempre que corresponde la renovación, se instrumentan algunas campañas en su contra, de las cuales tendréis conocimiento; pero estas presiones exteriores no pueden preocuparnos lo más mínimo, como tampoco han preocupado al Gobierno ni al Ministerio de Hacienda. Bastantes errores se han cometido en estos aspectos como para que nadie piense que se pueda incidir en otros nuevos.»

El señor Lejarreta había declarado anteriormente que «siempre en el País Vasco ha participado en los juegos florales de otras latitudes, ha sido para ir dejando jirones de su administración y su autonomía en forma, casi siempre, irreversible».

El presidente de la Diputación alavesa englobó la peculiaridad regional, y más concretamente el concierto económico de Alava, dentro del contexto de cambio que vive la sociedad española en su evolución hacia un pluralismo democrático. Pero señaló también que vuelven a surgir las actitudes irreconciliables del todo o nada, actitudes que nos pueden conducir hacia nuevas formas de violencia.

En este sentido dijo que, frente a la lección de diálogo que nos ofrecen las democracias europeas, a las que pretendemos imitar, nuestro país ofrece, únicamente, el panorama de unos monólogos permanentes.

A este respecto, se refirió a los trágicos sucesos que el pasado mes de marzo costaron cinco vidas en la ciudad de Vitoria. «Hemos sido ejemplo nacional, a fuerza de ser víctimas. Por parte de la Diputación se advirtió y se pidió, cuando aún estábamos a tiempo. De nadie fuimos escuchados y tuvimos que asistir, impotentes, carentes de toda competencia en la materia, al más largo y penoso período de destrucción de nuestra convivencia.»