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Vista Alegre

Curro Romero, entre la "espantá" y el empaque

No cabe duda de que Curro Romero posee una especial cualidad para armar alborotos y polémicas. Parece mentira que después de diecisiete años de alternativa, el público acuda a la plaza deseoso de abroncarle o de aclamarle según, si le da por una de sus «faenas» en cuclillas, quitándole al toro las moscas, o le da por quedarse quieto, la figura erguida, con singular empaque, llevando al toro, muy lento. Los amigos de las broncas habrán salido satisfechos, después de ver al camero dando mantazos con el capote y la muleta a sus dos primeros torillos; y los curristas salieraon con la miel en la boca tras ver aquellos derechazos parsimoniosos o aquel trincherazo e incluso un natural largo que dio en el quinto, en una faena desigual, en la que junto a templados muletazos daba otros despegados y que además salían enganchados, mientras rectificába la posición en conatos de espantá.Curro estuvo, pues, en su línea y dividió al público en aclamadores y abroncadores. ¡Ya es méritó despertar esta pasión!

El domingo en Vista Alegre con toros de Marcos Núñez y uno del Marqués de Domecq para rejones, actuaron mano a mano Curro Romero y Curro Vázquez, rejoneó Alvaro Domecq, que actuó en cuarto lugar

Alvaro Domecq, desentrenado, mató de un rejón atravesado, otro bajo y pie a tierra de pinchazo, estocada y dos descabellos (Vuelta al ruedo). Curro Romero. Desconfiado con el primero (bronca). No quiso ni ver el tercero (bronca), y faena desigual con estupendos muletazos al quinto (vuelta al ruedo entre fuerte división). Mató al primero de pinchazo hondo y estocada delantera al tercero de bajonazo y dos descabellos, y al quinto de estocada rinconera. Curro Vázquez. Faena a media altura a su primero con muletazos muy buenos. Estocada baja (oreja). Al cuarto, faena movida, media estocada caída (ovación y saludos). Con el sexto anduvo. voluntarioso, pero sin cuajar nada. Tres pinchazos y media estocada (palmas). Los toros. Mansos y chicos, con poca fuerza, y buenos para la muleta, excepto el sexto, que fue gazapón. Manso y cornalón el de rejones. Otros factores. Hubo tres cuartos de plaza y presidió muy bien el señor García Valiño.

Curro Vázquez es un torero elegante y de mucha clase, pero es una lástima que el valor, justito valor que tiene, no le permita cruzarse con los toros, ganarles terreno y ligar los pases. Toréo bien de capote, pero siempre al hilo de las tablas. Echó el pasito atrás casi siempre. Con la muleta dio pases muy toreros, muy finos y de buena calidad, tanto con la derecha como con la izquierda, pero le faltó quietud para ligar las faenas, movió en exceso los pies. Por otra parte faltó siempre la emoción del toro. Los Núñez embestían con pertinaz nobleza, pero muy cortos de recorrido por la poca fuerza.

El rejoneador Alvaro Domecq evidenció desentrenamiento y aunque lució su monta espectacular de alta escuela de equitación, a la hora de torear pasó demasiadas veces en falso y clavó deficientemente y a la grupa, nunca dando el pecho. En su descargo hay que señalar que el toro del Marqués de Domecq, muy bien presentado y corniveleto, resultó manso, embistió a oleadas y cortaba el terreno.

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