"La marquesa de Von O" y "Cría cuervos", entré las preferidas de los jurados
Hoy, domingo, el jurado se reúne por segunda vez desde que comenzó el. festival para hacer la preselección de las películas vistas. En los círculos oficiosos -es decir, los hall de los hoteles de cinco estrellas se coincide en que La marquesa de Von O, de Eric Rohmer, y Cría cuervos, de Carlos Saura, pueden alcanzar uno de los premios grandes. Robert de Niro protagonista de Taxi driver, parece tener asegurado el premio de interpretación masculina. Todavía falta por ver las películas de Polanski y Losey, pero tras la reunión de hoy se podrán conocer las inclinaciones del jurado, que se ve desbordado en algunos casos por los dos filmes diarios (esto comentó Tennesse Williams, el presidente) o disgustado por la frivolidad del público -como señaló Costa Gravas- Lorenzo López Sancho, también del jurado, parece más tranquilo que sus compañeros, quizás por su condición de crítico, habituado ya a ver películas con espíritu analítico.José Luis de Vilallonga, que emite diariamente un programa para Radio Luxemburgo, nos comentaba que en noviembre comenzará su primera realización, Fiesta, basada en su novela de igual título y en la que se narran dos semanas de la guerra civil española, durante las cuales su protagonista -un joven de 16 años- forma parte de un pelotón de ejecución; es decir, una película y novela autobiográfica.
Por aquí pasó también Anthony Quin para promocionar su próxima película, El magnate griego, sobre Aristóteles Onassis. Si la crítica vanguardista defenestró hace tiempo al Star System, los fotógrafos de la prensa. del corazón y los mirones multitudinarios demuestran el error de algunas defenestraciones.
El festival entra. en su recta final, que durará todavía cinco días,y en la que todos los que intervienen en él, de una u otra manera, tratarán definalizar el negocio,
Si los festivales suelen, ser perjudiciales para la crítica -es prácticamente imposible asimilar tal número de filmes diarios- los componentes de la industria, en su triple faceta de producción, distribución y exhibición, encuentran en unos cuantos metros cuadrados de salones a la mayoría de los compradores de este festival en el que, por ejemplo, existen 1.700 periodistas acreditados, 480 películas y cerca de 40.000 visitantes. Los realizadores cuyas películas concurren a la competición suelen sufrir el calvario de las entrevistas repetitivas con cierta resignación. Las starlettes no paran de pasearse por el Carlton y los bon vivant engullen los platos típicos de una estupenda gastronomía.
Entre el marasmo surgen películas inimaginables en este ámbito .La sección Perspectivas del cine francés proyectó el último Godard, Comment ça va; realizado en parte con vídeo tape y en el que el autor continúa su reflexión sobre el papel manipulador de la misma. Una fotografía de agencia sobre una manifestación en Lisboa le sirve al antiguo líder de la nouvelle vague para reflexionar sobre la parcialidad del lenguaje informativo. Es evidente que las películas de Godard, sobre todo en esta última fase, sólo pueden interesar a quienes les interese el discurso teórico del realizador. No deja de ser paradójico que quien hace años escribió que la única crítica posible a una película debería hacerse con una cámara, escriba ahora sobre celuloide, pues en verdad Comment ça va es un ensayo sobre los medios de comunicación. Godard utiliza el cine de la misma manera que Althusser o Erzenberger utilizan la máquina. La diferencia radica, al menos para nosotros, en que la proyección es más inaprehensible que el texto escrito.
Babelia
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