"Lo único que pedimos es dignidad y justicia"

«Lo único que pedimos los mutilados de la República es atención, respeto, dignidad y justicia». Con estas palabras presentaba ayer Antonio Tellado, mutilado del frente de Jarama en 1938, su libro Los mutilados del Ejército de la República, en la librería Antonio Machado, de Madrid.

Con los locales llenos de mutilados y en un ambiente de cierta tensión, ya que horas antes se había recibido en la librería la amenaza de volar los escaparates, aunque por otros motivos, la cena-homenaje a Sánchez- Albornoz y a Tierno Galvan, Antonio Tellado presentó el libro como rico en contenidos, profundo y documentado, de un tema tan amplio como es el de los mutilados de la República a los que más que desprecio se les debe ofrecer respeto.Tras abogar por un reconocimiento, legal de los mutilados de la parte vencida como sucede en todos los países civilizados del mundo, incluso en los países donde se venció al nacionalsocialismo afirmó que hay que ir todavía más lejos hasta llegar a una rehabilitación moral, social, psicológica, jurídica y política. «El decreto -dijo- que acude en nuestro socorro y que acaba de poner en marcha el Gobierno tiene mucho de limosna y nueva marginación. Ahora no se nos persigue, pero se nos margina. »

Antonio Tellado es miembro de la comisión organizadora de los mutilados exiliados en Francia, donde reside actualmente, y, según declaró a EL PAÍS, no regresará definitivamente a, España «hasta que no se instaure la total democracia».

En ausencia de Tierno Galván, prologista del libro, habló en su nombre el vicepresidente del partido Socialista Popular (PSP), Javier Paulino Pérez. El señor Tierno no pudo acudir por ineludibles impedimentos de última hora. «Quiero rendir un tributo colectivo de justicia -dijo- para lo que es y representa este libro porque en este mundo conflictivo en que vivimos la propia violencia necesita diariamente ser vencida: porque todos debemos saber olvidar». Situó la intención del libro en un clima de reconciliación sin corrupción, pero con auténtico sentido de la libertad, de respeto al hombre, pidió que «de una vez por todas rechacemos el cainismo que nos polariza hacia situaciones extremas, situaciones en las que los vencedores y vencidos han dejado sangre o una parte de su ser. Dentro de este camino de reconciliación -añadió- no debemos olvidar a los mutilados de guerra de la República, derrotados, aunque no vencidos; marginados, aunque no olvidados».

Joaquín Ruiz-Giménez, autor del epílogo del libro, asistente al acto, manifestó que por orden del delegado gubernativo que, minutos antes había hecho acto de presencia en los locales de la librería, no podía dirigirse a los presentes, lo cual aceptó, como una prueba más de la reconciliación que todos deseamos y de homenaje a los mutilados de la República.

Al acto asistieron diversas personalidades de la vida política fundamentalmente de los Partidos Socialista Popular y de Reconstrucción Democrática, entre los que se encontraba Donato Fuejo, José Mariano Benítez de Lugo y Javier Paulino.