Escasea el agua y los muertos son enterrados en fosas comunes
El drama del terremoto que arrasó, el noroeste de Italia, mantendrá por mucho tiempo el horror entre el pueblo italiano. No sólo la región del Friuli fue víctima de la gigantesca sacudida sísmica. En los cinco días transcurridos desde que se produjo el terremoto se han sucedido otros cincuenta temblores de tierra. Uno de ellos, el producido a la una de la madrugada (hora italiana) del domingo, fue de intensidad 5'6 de la escala de Richter. Provocó numerosos derrumbamientos y algunas víctimas en la zona de Gemona y Artegna.La provincia de Udine presenta ahora un aspecto tétrico y desolador como si fuera una gran ciudad bombardeada.
Las carreteras de acceso a Friuli son recorridas constantemente por vehículos de socorro -especialmente ambulancias y camiones militares-, que van y vienen a la zona siniestrada, con alimentos, plasma, mantas, etc.
Más de 20 helicópteros y numerosas avionetas privadas de los aeroclubs próximos cubren también el transporte.
Entrar en uno de los pueblos destruidos produce una sensación de tragedia e impotencia. Es fácil ver cómo se marean algunos de los voluntarios, por la cantidad ingente de desinfectantes, que son veridos en las montañas de escombros para paliar la putrefacción de los cadáveres. Las máquinas excavadoras, por otra parte, trabajan incesantemente.
El uso de mascarillas o pañuelos es obligatorio incluso para la policía de carreteras.
En los pueblos afectados no queda un solo habitante, ni siquiera se permite la presencia de los familiares de las víctimas. Todos han sido evacuados a campos de refugiados. Mientras tanto, soldados y bomberos venidos de toda Italia, equipos sanitarios que imparten vacunas obligatoriamente a todos los voluntarios, incluso a los periodistas.
El domingo llegaron desde Francia y Alemania Federal técnicos y aparatos para detectar el más ligero signo de vida entre las ruinas. Ocurrió que detectaron el aleteo de dos pajarillos vivos a varios metros de profundidad de entre los escombros. Aun que parezca increíble, de vez en cuando se logra sacar con vida a alguna persona. Concretamente el domingo se rescató a un anciano de más de setenta años y a dos mujeres.
Las lluvias han venido a disminuir el riesgo de epidemia que se había producido días pasados por las temperaturas elevadas. Sin embargo, la escasez de agua es considerable y tiene que ser traída de otros lugares en camiones cisternas y racionada.
Los muertos están siendo enterrados en fosas Comunes.
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