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"La cooperación hispano-marroquí no tiene límites"

«Hemos cerrado un paréntesis de equívocos, sobre todo en lo que concierne al Sáhara, que ha durado veinte años, y hoy la cooperación hispano-marroquí no tiene límites». declaró a la agencia Efe el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Ahmed Laraki ayer por la tarde. Las futuras relaciones entre ambos países, añadió el ministro, deben ser vistas con esta nueva óptica, y a ello se refería precisamente al rey Hassan II cuando dijo al ministro Areilza, que a partir de ahora, no se trataba de un replanteamiento ni de una renovación de las relaciones bilaterales, sino del nacimiento de otras de carácter enteramente nuevo.

En relación con el problema que puede suponer en el futuro, tanto Ceuta como Melilla, el ministro, declaró: «Desde el momento que existe una visión diferente, nueva de las cosas, no hay problemas inísolubles»,.Dentro de este espíritu renovador debe ser considerada la recién terminada, visita a Rabat del ministro Areilza, primera, precisó el doctor Laraki, que realiza a un país árabe y durante la cual se ha pasado revista a los problemas existentes en el plano bilateral, y también a la cooperacion del mismo tipo, que es, según el ministro marroquí posible y realizable.

Todos estos temas serán abordados dentro del plan de trabajo ya establecido en el que se ha previsto que las primeras reuniones de expertos tengan lugar en la segunda quincena de mayo.

Pero la importancia indudable de estas cuestiones, añadió el ministro no debe hacer olvidar la que presenta la identidad que existe en los puntos de vista de ambos países no sólo a nivel bilateral, sino también respecto a la geopolítica de la cuenca mediterránea. Ello justifica que dichos factores geopolíticos hayan ocupado parte, preponderante en el diálogo.

Respecto a la situación existente entre Argel y Rabat, el ministro Laraki afirmó que «el reconocimiento argelino de una entidad ficticia (la República Independiente del Sáhara) significa un atentado contra nuestra soberanía nacional ante el que la ruptura de relalciones era la única respuesta. Argelia no solamente no respetó sus compremisos con Marruecos y Mauritania, sino que también olvidó sus declaración hecha durante la séptima conferencia árabe en la cumbre de Rabat (octubre 1974), durante la cual declaró públicamente su compromiso formal deapoyar a Marruecos y a Máuritania.

Interrogado sobre la posibilidad de que el régimen argelino, en un intento de paliar posibles dificultades internas, eligiese una política de riesgo calculado, buscando una crisis grave en el exterior para reafirmar la unidad nacional, el ministro marroquí afirmó que Marruecos es un país pacífico, pero que no permitirá jamás el menor atentado ni contra su soberanía ni contra su integridad territorial y cualquier agresor encontrara un pueblo dispuesto a la resistencia.

El presidente Bumedian dijo una vez, terminó el ministro marroquí, que la monarquía alauita era un peligro para los regímenes socialistas del norte de Africa.

«Nuestro rey respondió que era un honor para la institución monárquica la afirmación del presidente argelino, porque generalmente hasta ahora habla ocurrido siempre lo contrario ».

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