Honrada y ambiciosa reposición de "La vida es sueño"
La compañía «Lope de Vega» ha conmemorado sus primeros treinta años de vida con una brillante reposición de «La vida es sueño», de Calderón de la Barca. Una representación a la vez honrada y ambiciosa, densa y cristalina. Como debe ser, Calderón, para un espectador contemporáneo, es un escritor existencialista. Su gran personaje -Segismundo- es un ser teatral que existe tan complicada y delicadamente como un ser vivo. A su través, la imaginación teatral de Calderón y su impresionante voz poética realizan una meditación profunda sobre el problema del libre albedrío. La verdad es que los sociólogos quizás tengan muy poco que hacer con los versos de Calderón. Pero los psicólogos se quedarán siempre mudos de asombro.La interpretación de la compañía «Lope de Vega» es bastante desigual. El esfuerzo de Juan Diego tendió a componer su SEGISMUNDON cómo si fuese una fiera lúcida. Pedro del Río y Francisco Portes vacilaron ante las dificultades del verso, patético y conceptuoso. Los espectadores del Bellas Artes aplaudieron.
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