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El superlativo desafío de tumbar a Djokovic en pista dura

Alcaraz, citado con el serbio en los cuartos de final, se supera al saque y muerde al resto con el objetivo de contrarrestar la mística del gran dominador de la superficie

Novak Djokovic y Carlos Alcaraz
Djokovic golpea de revés durante el partido contra Lehecka en la Rod Laver Arena de Melbourne.Tingshu Wang (REUTERS)
Alejandro Ciriza
Open de Australia - cuartos - Previa
Novak Djokovic
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Carlos Alcaraz
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Aprieta el bochorno, sudan los cuerpos y el cordaje de Carlos Alcaraz despide pelotazos sin parar, mientras Juan Carlos Ferrero puntualiza —”¡mejor así, Charlie, mejor así!”— y uno de los familiares del tenista advierte durante la sesión de entrenamiento que tiene lugar en la pista 16 de Melbourne Park: “Será complicado, vamos a ver, pero lo fundamental será que Carlos mantenga el tipo cuando lleguen esos momentos difíciles que pueda haber; Djokovic te hace jugar muchos partidos dentro del partido e intenta llevarte por donde quiere, te hace pensar todo el rato, así que no se puede bajar en ningún instante la guardia porque de lo contrario, estás muerto”.

Se refiere esta persona al virtuosismo del serbio para encontrar la llave, adentrarse en la mente del adversario y jugar al gato y al ratón. Y así, 20 años. En 2005, el serbio puso por primera vez el pie en la central australiana y fue apeado por Marat Safin, campeón de aquella edición y que auguraba: “Novak tiene un gran potencial y su carrera será larga”. Los hechos dicen que no se equivocaba porque Nole, 37 primaveras ya, camino de las 38, sigue por aquí y guerrea todavía como la más firme oposición a los dos nuevos y jóvenes líderes del circuito: Jannik Sinner (6-3, 3-6, 6-3 y 6-2 a Holger Rune) y el propio Alcaraz, consciente de que se avecina una prueba mayor.

No se sabe cuánto durará Djokovic, si será capaz de resistir a la ola imparable de los dos últimos portentos ni si logrará ese último grande que tanto ansía, el 25º. Sin embargo, se tiene constancia de lo que ha hecho, de hasta dónde ha llegado y de que sea cual sea la circunstancia, siempre será un enemigo superlativo. “Supongo que no es el rival más adecuado para jugar unos cuartos de un Grand Slam…”, bromea el español, “pero voy a afrontarlo de la misma forma que los anteriores partidos contra él, y ya veremos. Si pienso en todo lo que he hecho en el tenis, no podría jugar contra él, así que no trato de pensar en eso. Solo pienso en ganar. Sé cuáles son mis armas”.

Alcaraz, durante los octavos contra Draper.
Alcaraz, durante los octavos contra Draper.JAMES ROSS (EFE)

No convendría detenerse en el currículo del balcánico, pero sí atender a lo estratosférico de la estadística para entender la dimensión de su imperio sobre pista dura, terreno en el que después de siete enfrentamientos, todavía no ha podido batirle Alcaraz. Dice el recuento que Djokovic ha disputado hasta ahora 106 partidos en Melbourne, de los que ha ganado 97; es decir, su promedio es del 91,5%, incomparable; transmiten también que ningún tenista masculino ha registrado un 84,6% de éxito en rápida, de modo que ni el mismísimo Roger Federer (83,3%) ha conseguido seguirle el paso; y al mismo tiempo, nadie olvida que ha ganado aquí 10 títulos, cuatro de las seis últimas ediciones.

“Aún parece joven”

A todo eso y más se enfrentará hoy (hacia las 11.00, Eurosport y Max) el concentrado Alcaraz, convencido de sortear la barrera para seguir a la caza y captura de su primer trofeo en Australia. “Novak es el jugador que más cuartos de final [61, tres más que Federer] ha jugado en los Grand Slams. Cuando le ves jugar, parece que sigue siendo joven. Es increíble. ¿Qué debilidad tiene? Pocas o ninguna”, afirma el murciano. “Y, obviamente, tiene toda esa experiencia, pero estoy preparado y sé qué debo hacer. Sé lo que tengo que hacer en tierra batida, en hierba, en dura; esta va a ser la primera vez que juegue contra él en un Grand Slam en dura, así que vamos a ver”, prolonga.

Ambos se han medido hasta ahora en cuatro finales (Wimbledon, Cincinnati y los Juegos) y tres semifinales (Madrid, Roland Garros y la Copa de Maestros), pero la última vez, en la cita olímpica de París, el serbio dio una lección de tenis, estrategia y pundonor. Dice Alcaraz que cerró la herida, pero la cicatriz está ahí, todavía fresca. Del mismo modo, el juego del número tres transmite que ha ido asimilando los matices técnicos que configuran su nuevo servicio, refrendado el rendimiento por el hecho de que solo haya perdido tres veces el saque, de que haya ganado el 81% de los puntos jugados bajo sus primeros y el 59% bajo los segundos, superando en ambos apartados su promedio de 2024.

Djokovic, ante Lehecka.
Djokovic, ante Lehecka.Tingshu Wang (REUTERS)

En la última final de Wimbledon, el español, de 21 años, tan solo cedió nueve puntos al de Belgrado con los primeros servicios. “Solo un par de veces la batalla fue desigual entre nosotros. Ese día dominó él, y en las Finals de 2023 lo hice yo. Los partidos contra Carlos me recuerdan a los que jugaba contra Nadal, en términos de intensidad y energía”, matiza Nole, séptimo del mundo; “Alcaraz es explosivo, dinámico, muy talentoso y carismático. Es fantástico verle jugar, pero no tanto jugar contra él [risas]. Cuando se sorteó el cuadro mucha gente esperaba que nos encontrásemos, y aquí estamos. Ambos estamos golpeando bien la bola y estoy sintiéndome bien”.

El del saque no es el único buen argumento que lleva en la mochila el de El Palmar de cara al atractivo duelo de este martes. Nadie contrarresta mejor los primeros saques, con ese 41% que supera su promedio del 34%, el más prolífico del circuito a lo largo del último año natural. “Cuando juegas frente a Novak simplemente debes pensar en jugar y creer en ti mismo”, señala. “Estoy un paso más cerca del título, pero debo ir paso a paso y centrarme en el día a día”, resuelve con prudencia, sin desvelar cuál será su disposición de entrada. Pero no suele especular Alcaraz. La vía de la valentía, la vía mejor para abordar al gigante en su marco predilecto.

HAY DISCULPA, LUEGO NOLE HABLARÁ

A. C. | Melbourne

La noche del domingo, Djokovic se marchó visiblemente afectado y sin responder a la habitual entrevista a pie de pista. El motivo, los calificativos empleados por un periodista del Canal 9 para referirse a él: “fracasado” y “sobrevalorado”. “Échenlo”.

El tenista advirtió que no volvería a hablar para dicho canal, el que emite el torneo en Australia, hasta que Tony Jones no pidiera disculpas públicas por los “comentarios ofensivos” hacia él y por las “burlas” hacia los aficionados serbios que seguían in situ la retransmisión. 

Finalmente, Jones pidió perdón, alegando que se trataba de una “broma” y apelando al “sentido del humor”.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.
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