El largo apagón de Raúl de Tomás

A cinco meses del último Mundial, Raúl de Tomás estaba en la selección e incluso figuraba en algunos onces de Luis de Enrique. Pero de lo que se encontraba más cerca no era de Qatar, sino de su gran apagón. A la vuelta de ese verano de 2022, chocó con el nuevo entrenador del Espanyol, Diego Martínez, y entró en un túnel cada vez más oscuro que ya le dura un año y medio. Salió de Cornellà hacia el Rayo ese septiembre en una operación con un desenlace muy turbio en el que miembros de su entonces agencia y el presidente vallecano se acusaron de agresión (el dirigente llegó a ir a comisaría); no pudo jugar la primera mitad de la pasada temporada al haberse realizado el traspaso fuera de plazo; por supuesto se quedó sin Mundial; en un año y medio solo ha marcado cinco goles con la franja; y este curso todavía no se ha estrenado en Liga y solo le ha metido al Yeclano en Copa.

Es en este socavón donde el fichaje más caro del Valle del Kas (11 millones) trata de reiniciar la marcha después del cambio de técnico. El nuevo, Iñigo Pérez, ya lo tuvo cerca la pasada campaña cuando era el segundo de Andoni Iraola. Al Rayo, rival del Madrid (14.00, Movistar), le urge rescatar el instinto de Raúl de Tomás porque es el segundo equipo de la Liga que menos había anotado hasta esta jornada: 21 tantos, igual que el Mallorca, y por delante del Cádiz (15).

Llegado a los 29 años, la imagen que ha ido calando de Raúl De Tomás es la de un jugador con tanta clase en el césped como particular de carácter. “Creo que es un futbolista especial, con una cabeza especial, y eso le ha generado problemas. Es alguien complejo”, apunta una persona que lo ha tenido cerca en varios momentos de su trayectoria. “Su problema es la cabeza, que le juega malas pasadas. Y mira que es buen chaval, pero no es normal que en los últimos tiempos no haya jugado en el Rayo”, añade esta fuente, que lo sitúa “sin duda como entre lo mejor de España” en ataque “cuando se encuentra a gusto”.

Ha calado la imagen de un jugador de tanta clase como especial de carácter

En el verano de 2018, tras un buen curso en Segunda con el Rayo (24 dianas), Julen Lopetegui veía con buenos ojos a este canterano como fondo de armario del Madrid, por delante incluso de otros que se quedaron en el Bernabéu, pero él priorizó el protagonismo como cedido en Vallecas, con Míchel. Metió 14 goles en Primera y el Benfica lo compró al club blanco por 20 millones. Sin embargo, esa mudanza no le convenció pese a disputar la Champions —”no quería ir, pero había muchos intereses”, aseguró en una entrevista a este periódico— y se marchó a un Espanyol colista. Los pericos lo convirtieron también en el fichaje más caro de su historia (22 millones), aunque no pocos en el fútbol vieron eso como un paso atrás. No obstante, en Cornellà volvió a fabricar otra buena bolsa de goles (45, la mitad de ellos en Segunda) y eso le llevó a la selección a las puertas del Mundial. Hasta que su encontronazo con Diego Martínez por las peticiones deportivas del técnico, que llevó a la entidad con mucho poder, marcó el inicio del declive.

Esta temporada ofrece la cifra más baja de remates a puerta por partido de su carrera en Primera (0,47). Casi la mitad que el año pasado (0,84) y muy lejos de hace dos campañas (1,32), cuando metió 17 goles en Liga con el Espanyol. Ese fue su último gran fogonazo, el que le llevó a la Roja.

Necesita sentirse importante. Si no, le cuesta”

Dani Pendín, segundo entrenador suyo en el Espanyol

“Vicente [Moreno, su técnico] hablaba mucho con él”, señala Dani Pendín, el segundo entrenador entonces en Cornellà. “Necesita sentirse importante. Si no, le cuesta. Quizá tiene una personalidad diferente, a veces es un poco distante, pero como otros jugadores. Tiene un corazón enorme y un buen fondo. Nosotros lo llevamos bien y él estuvo a gusto. No nos podemos quejar”, añade el asistente, a la espera de ofertas tras la destitución del Almería. “Cuando estábamos en Segunda, veíamos los datos de sus entrenamientos y le decíamos que estaba para ir con la selección. Y mira, a los meses, en Primera, fue. Tiene que luchar y darse cuenta de que puede volver a su mejor nivel”, afirma Pendín.

En crisis futbolística creciente desde el verano de 2022, la situación del tercer máximo goleador de la historia del Rayo (43) empeoró en los últimos tiempos con Francisco en el banquillo. Ha sido suplente en las seis jornadas ligueras recientes y en tres de ellas ni siquiera salió un minuto. “Lo que quiero es que dé un paso adelante”, sentenció hace unas semanas el técnico destituido, que dijo que había tenido muchas conversaciones con él. “Es un tío que va de cara”, valoró el preparador.

La famélica producción anotadora de la delantera vallecana en Liga (Camello, dos tantos, y Falcao, uno) apremia a un Raúl de Tomás que pasó de otear el Mundial de Qatar a perder progresivamente la luz.

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