Anthony Edwards, el ‘hombre hormiga’, se convierte en la nueva superestrella de la NBA

“Tengo 22″. Tras la sorprendente victoria del sábado en Denver, el base de los Minnesota Timberwolves, Mike Conley, de 36 años, estaba alabando la madurez y liderazgo de Anthony Edwards para alguien “con 22 o 23 años”. Son 22. Nacido el 5 de agosto de 2001 en Atlanta (Georgia), el escolta de los Timberwolves es el hombre del momento en la NBA. Con los 43 puntos que logró ante los Denver Nuggets de Nikola Jokić, se convierte en el segundo jugador de la historia de los playoffs que logra 40 puntos o más en dos partidos consecutivos con menos de 23 años. El otro fue Kobe Bryant.

A Edwards su padre le puso de mote Ant-man, el hombre hormiga, cuando era un niño, haciendo un juego de palabras con su nombre. El sobrenombre, rentabilizado entre Marvel y Adidas con unas zapatillas especialmente diseñadas para él, le viene al pelo a un jugador nada alto para los estándares de la NBA (1,93 metros), pero con una potencia descomunal. Su poderío físico para entrar a canasta, su descaro para hacer mates ante jugadores muchos centímetros más altos, su habilidad con el balón (con frecuencia ejerce de base) y su puntería desde la línea de tres le convierten en muy difícil de parar para las defensas rivales. Por ese repertorio tan completo y su estilo de juego se le ha llegado a comparar incluso con Michael Jordan, aunque le falte la majestad —y por supuesto, la trayectoria— del ganador de seis anillos con los Chicago Bulls.

Hasta han circulado bulos, sin ningún fundamento, de que es el hijo de Jordan. Con el balón aspira a ser su heredero, pero es hijo de Roger Caruth y de Yvette Edwards. Su padre dejó a la familia siendo él niño y de ahí que luzca el apellido materno. Aprendió a tirar a canasta jugando con sus hermanos en el patio de casa de su abuela, donde vivían. Una noche, en el dormitorio de su habitación escribió con un rotulador: “Futuro jugador de la NBA”. Su abuela se tragó la regañina y le dijo: “Te estás poniendo metas, jovencito, espero que lo consigas”, según contaba ESPN en 2020. Su madre murió por un cáncer de ovario cuando él tenía 13 años. Su abuela murió meses después, también de cáncer, ambas en un día 5 de mes. Perdía a sus más fervientes animadoras, que lo acompañaban a cada partido. Edwards eligió el número 5 en homenaje a ellas. Con su padre ausente, fueron sus dos hermanos mayores los que asumieron la tutela.

Fue elegido en el primer puesto del draft virtual de la pandemia de 2020. En su primera temporada en Minnesota, en la que coincidió con el español Ricky Rubio, los Timberwolves quedaron en las últimas posiciones de la tabla. En 2022 y 2023 se clasificaron para los playoffs, pero cayeron a las primeras de cambio contra los Memphis Grizzlies y los Denver Nuggets, respectivamente. En 2023, Ant-man o Ant, como se acorta habitualmente, fue elegido para el All-Star, en el que ha repetido este año. Cuando le preguntaron hace un año si se consideraba una joven estrella dijo que para eso tenía que “ganar en los playoffs”.

Este año lo ha hecho. Tras una brillante temporada en la que Edwards ha promediado 25,9 puntos, 5,4 rebotes y 5,1 asistencias por partido, los Timberwolves quedaron terceros de la Conferencia Oeste en la temporada regular con solo una victoria menos que los Oklahoma City Thunder y los Denver Nuggets, también de la División Noroeste, la más potente del momento en la NBA. En el primer cruce barrieron a los Phoenix Suns de su estrella de la infancia, Kevin Durant, por 4-0, con una destacada actuación de Edwards. Gracias a sus acrobáticos mates, generó en primera ronda más de 100 millones de reproducciones de vídeo en las redes sociales y medios digitales de la NBA, el segundo entre todos los jugadores (solo por detrás de LeBron James).

Fue en Minnesota, la tierra de los 10.000 lagos, donde nacieron los Lakers, pero los Timberwolves son un club sin mucho pedigrí en la NBA. Tras eliminar a Phoenix, juegan por primera vez en 20 años (y por segunda en su toda su historia) unas semifinales de conferencia. En su camino se han cruzado de nuevo los Nuggets y Nikola Jokić, la figura de referencia en la NBA.

Con la campanada del sábado en el primer partido de la serie (99-106), los de Minnesota recuperan la ventaja de campo y dan un serio aviso a los vigentes campeones. Edwards y Jokić juegan en diferentes posiciones, pero el estadounidense se impuso al serbio en el partido con sus 43 puntos. “Jugar contra el mejor jugador del mundo siempre es divertido. Jugar contra el mejor equipo del mundo siempre es divertido”, dijo Edwards tras la victoria. “Nuestros chicos salieron y compitieron esta noche. No se trata de mí personalmente, sino de mi equipo. Ellos también me dan confianza”, añadió.

“Hace la jugada correcta todo el tiempo”, dijo después del partido su compañero Naz Reid, elegido este año mejor sexto hombre de la NBA y que también fue clave el sábado. “Lo he visto crecer desde el día uno hasta donde está: una superestrella en ciernes, si es que no lo es ahora”. Lo es. Con el del sábado, acumula seis partidos de playoffs con más 35 puntos o más. LeBron James, Kobe Bryant y Kevin Durant solo superaron esa cota cinco veces antes de cumplir los 23 años. Solo le supera, con siete veces, Luka Dončić, pero a Ant-man le quedan como mínimo otros cuatro partidos para batir su récord.

Edwards es un soplo de aire fresco en una competición en la que han quedado eliminados ocho de los nueve ganadores del título de mejor jugador (MVP) que quedaban en competición. Sin los referentes de LeBron James, Stephen Curry y Kevin Durant, y tras haber quedado fuera también Giannis Antetokounmpo, Joel Embiid, James Harden, Russell Westbrooky Derrick Rose, el único en juego es precisamente Nikola Jokić.

Por si tuviera pocos retos con los playoffs, Edwards es además el jugador más joven del equipo de estrellas que ha seleccionado Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de París. Compartirá equipo con LeBron James, que acudió a los Juegos de Atenas cuando Ant tenía tres años. Su madre y su abuela estarían orgullosas de él.

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