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El regreso más agrio de João Félix

Tras su fallida cesión al Chelsea, el atacante portugués se reencuentra con Simeone e inicia su curso más duro desde que fichó por el Atlético de Madrid en el 2019

João Félix golpea el balón durante su primer entrenamiento en los Ángeles de San Rafael, Segovia
João Félix, este lunes, golpea el balón durante su primer entrenamiento en los Ángeles de San Rafael (Segovia).PABLO MARTIN (EFE)
Ladislao J. Moñino

Encapuchado, a João Félix no debió apetecerle que los reporteros gráficos le retrataran el rictus en su llegada este lunes a primera hora de la mañana a Los Ángeles de San Rafael, el complejo segoviano en el que el Atlético de Madrid ya está de pretemporada. Tampoco era de su apetencia reencontrarse con Diego Pablo Simeone. El sentimiento es mutuo, aunque ambos ya han recibido la consigna de anteponer la profesionalidad a sus diferencias, expuestas por ellos mismos con los respectivos mensajes que se dedicaron desde la distancia. El jugador anunciaba su felicidad al poco de iniciar su cesión en el Chelsea, proclamando libertad y ataque, y el entrenador le respondía ensalzando la reacción del equipo sin su concurso en la segunda parte del campeonato con los atributos que al luso se le reprochan: sentido de equipo y ese punto de más de sacrificio que exige Simeone. Ambos son colaboradores de la carga morbosa que sobrevoló el reencuentro.

En la sesión de la tarde, entre mohíno y melancólico, João Félix era el único futbolista que desplazaba el balón entre sus pies camino de un ejercicio táctico de basculaciones defensivas diseñado por Simeone, en el que se integró para atacar junto a Morata, De Paul, Correa y Lemar. Bajo el silencio y la atenta mirada de su entrenador, dejó un pase filtrado y una rosca ajustada en la red tras tunelar las piernas de Nahuel Molina. Con el balón, al parecer, aún es complicado discutir sobre su figura. Nadie lo hace en el club, incluido el propio Simeone, que no le niega su calidad.

Este es el inicio de curso más áspero para Jõao Félix desde que aterrizó en agosto de 2019 procedente del Benfica a cambio de 126 millones de euros. El arranque del quinto año de la inversión más cara de la historia del club rojiblanco es crudo. Perdedor de las disputas con el entrenador, João Félix ha regresado como se fue, como el quinto delantero y con todo cuesta arriba. Ha tornado al lugar que no pretendía con el fiasco de su periplo en Londres, donde tras la destitución de Graham Potter, también fue vapuleado públicamente por Frank Lampard. Que a principios de junio, Mauricio Pochettino lo descartara para el nuevo proyecto blue fue el último revés que le puso el lazo de vuelta. Aunque desde semanas atrás todas las partes asumían ya la alta probabilidad de que asistiría a las intensas sesiones del Profe Ortega entre los pinos de la vertiente norte de la sierra de Guadarrama, el no de Pochettino incidió en la devaluación del jugador. Para un futbolista que desea salir al mercado, el rechazo del nuevo técnico del Chelsea no fue una buena noticia.

Por mucho que le satisficiera a Miguel Ángel Gil Marín, sería una muy inesperada sorpresa que se cumpliera el dicho taurino “no hay quinto malo”. El máximo accionista del club ha optado por la practicidad obligada que requiere la situación, pero con dejes de albergar alguna esperanza de que esto ya no sea un caso perdido. Si el mercado lo dicta, no habrá problema para que João Félix salga y cuanto antes mejor para todos. Si se queda, la propiedad aún piensa que puede ser un refuerzo de altura. Simeone solo recogerá ese guante si João Félix le demuestra que tiene que hacerlo.

Hasta ahora, todo lo escenificado se interpreta como descarados detalles que apuntan más a una nueva salida, cedido o traspasado, que a una permanencia. Antoine Griezmann ha recuperado el dorsal siete que João Félix heredó cuando el galo fichó por el Barcelona. Ahora mismo, el portugués ni ha escogido número a la espera de no tener que necesitarlo. En las dos sesiones, cuando Simeone dispuso sendos partidos de diez contra diez, el portugués se quedó fuera en la primera rotación junto a Lodi, otro que tampoco tenía muchas ganas de regresar. El resto de internacionales de la última ventana de selecciones (Morata, Savic, Nahuel, De Paul y Carrasco) participaron de inicio en las pachangas. Al final del entreno de la tarde, el director deportivo Andrea Berta pareció ejercer por igual de confesor y de punching-ball de la frustración del jugador en un paseo breve por la banda. João Félix asume que su verano puede ser largo.

Una gira por Seúl, Monterrey y San Francisco

El Atlético de Madrid permanecerá concentrado en Los Ángeles de San Rafael hasta el domingo. Después iniciará una gira por Corea (Seúl), México (Monterrey) y Estados Unidos (San Francisco) en la que la presencia o no de João Félix puede determinar cómo están de avanzadas las negociaciones de su agente Jorge Mendes para buscarle un club. El diario Récord anunció que el Benfica puede ser una salida que no le venga mal. La entidad lisboeta, en la que se formó y explotó tras un fallido paso por el Oporto, participará en la Liga de Campeones, la condición que el jugador exige para elegir destino. Mientras, le tocará convivir con Simeone situaciones como la de esta noche, en la que todo el plantel se desplaza a Segovia a degustar cochinillo.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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