El cañón de Cristiano contra el muro de Oblak
El luso, crispado tras la ida, y el meta, cuya renovación puede anunciarse tras la eliminatoria, protagonizan un duelo de altura
Jan Oblak (Eslovenia, 26 años) saltó al Juventus Stadium mirando al encapotado cielo de Turín. El hombre se ajustó los guantes y reconoció el territorio en el que se supone que le espera un intenso bombardeo liderado por la fruición rematadora de Cristiano Ronaldo. El duelo es excitante. El goleador más voraz de la historia, aguijoneado por la derrota en el Wanda Metropolitano y por la oportunidad de avanzar una ronda más que el Madrid, frente al portero que muchos expertos señalan como uno de los mejores.
Calmado, Oblak paseó por el área, tocó los postes y ocupó el centro de la portería. Pareció uno de esos ejercicios mentales de previsualización que los psicólogos deportivos aconsejan. Vivir el partido antes de jugarse. En el imaginario de los futbolistas del Atlético la situación de asedio que pueden vivir en Turín confluye en Oblak. “Va a ser una guerra, tienen mucho juego aéreo, nos van atacar por todos los lados”, augura Koke. Algunos de sus compañeros han observado a Oblak “muy tranquilo”. “Él es así, si algo tiene es la frialdad con la que afronta este tipo de partidos”, aseguraban esta semana en el vestuario.
La tranquilidad que despierta el meta esloveno en la expedición llega acompañada de la resolución de su futuro. Tras más de dos años amagando con una posible salida del club ante el interés de algunos de los grandes clubes europeos, su renovación es inminente. La cláusula de 100 millones de euros, que el Chelsea meditó pagar este verano antes de decantarse por Kepa, será aumentada. Fuentes del Atlético deslizan que una vez pasada esta eliminatoria, el anuncio de la prolongación de su contrato, que finalizaba en 2021, será efectivo. Los emolumentos que recibirá, unos 10 millones de euros netos, le convertirán en el segundo jugador mejor pagado de la plantilla, sólo superado por los 20 millones limpios que percibe Antoine Griezmann. La negociación ha sido una partida tan larga como clásica. Oblak, de 26 años, ha dejado maniobrar a su agente en el mercado, y este durante un tiempo se ha encargado de decir ante intermediarios y secretarias técnicas de las grandes potencias del mercado que había una oportunidad.
La pareja Oblak-Griezmann forma parte de lo que la entidad considera las dos piedras angulares sobre las que seguir edificando el proyecto que abanderan Simeone y su granítico estilo. Oblak tendrá sueldo de delantero en un equipo en el que la estructura diseñada por su entrenador requiere de un portero de primera línea. Se trata de cumplir esa regla tan clásica de los grandes equipos italianos que hicieron del catenaccio un arte. Detrás de un gran bloque defensivo, por si falla, debe haber un guardameta de clase superior.
En esta Champions, Oblak ha logrado dejar su portería a cero en cuatro ocasiones y ha encajado seis goles, cuatro de ellos de una tacada en Dortmund. En el Metropolitano, Cristiano solo le exigió en una ocasión. Un potente lanzamiento de falta al que el arquero respondió con una mano solvente.
Los jugadores del Atlético esperan un Cristiano más activo, implicado como ha estado en los medios del club para elevar la temperatura ambiente. “La noche puede confundir, puede ser una pesadilla”, es uno de los eslóganes lanzados en un vídeo promocional del encuentro. “El fútbol es así. Nadie esperaba perder en la ida, pero todo puede pasar. Nosotros queremos dar una gran respuesta en nuestra casa, ante nuestra hinchada”, ha remarcado el delantero portugués, de 34 años.
“El Atlético es un equipo fuerte, lo saben todos. Se defiende bien, no arriesga y sale al contragolpe, pero estamos listos. Queremos hacer cualquier cosa para ganarles. Los detalles harán la diferencia, pero queremos pasar de ronda e ir a los cuartos de final”, advirtió Cristiano. Con 19 goles en la Serie A, su baja productividad realizadora en la Champions sorprende. Sólo ha marcado un tanto. No es una cuestión exclusiva de acierto, también de actividad. En Europa remata menos (5) que en la competición doméstica. Pero los cruces son su territorio preferido. De los 121 goles que ha registrado en la Champions, 59 han sido en partidos de eliminatoria.
En el vestuario del Atlético le esperan tras su gesto recordando que él había ganado cinco Copas de Europa y ellos ninguno. Hay futbolistas que incluso han preguntado si Cristiano ha encajado alguna vez cinco goles. Otros, se conforman simplemente con clasificarse para pasarle la factura.
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