México somete a Islandia con tres pinceladas (3-0)

El juego anárquico de México encontró en tres destellos la forma para sonrojar a Islandia (3-0). Al Tri le costó encontrarse en el campo con una alineación experimental que mandó Juan Carlos Osorio. La edificación de jugadas a la ofensiva se veía entorpecida con la falta de sincronía entre los mediocampistas con los delanteros. 

El escuadrón de Islandia, ese que conquistó media Europa con un estilo aguerrido, no tuvo reparo en quitarle el balón al conjunto mexicano mimado por la tribuna. Se hicieron del mando y transitaron por el perímetro de la portería. Una de sus estrategias fue aprovechar cada saque lateral como si fuera un tiro de esquina o incluso un tiro libre directo. El capitán, Aron Gunnarsson, los encestaba en el área. En el rebote de uno de ellos, Bjarnason soltó un escopetazo que el meta mexicano, Jesús Corona, tuvo problemas para quedarse. 

Los adiestrados por Juan Carlos Osorio tenían dificultades para darle balones a su ala derecha, a Jesús Tecatito Corona. La profundidad por las laterales era inexistente durante los primeros 45 minutos. El delantero, Raúl Jiménez, flotaba entre los defensas sin tener interacción. Los vikingos pegaron de nuevo cuando Berg Gudmundsson remató a bocajarro a la puerta y Corona apareció para frustrar otro gol. El meta de 37 años fue uno de los más activos del lado mexicano.

La asfixia islandesa agriaba la noche para los mexicanos. Y se presentó el primer cortocircuito: tiro libre para el Tri. Marco Fabián, jugador del Eintracht de Fráncfort, le pegó directo al poste del portero Rúnarsson y se incrustó. Un gol que sirve de crédito para un futbolista que pasó más de seis meses inactivo por una cirugía en la espalda baja.

Osorio aprovechó el segundo tiempo para valorar a otros de sus pupilos. Y ahí encontró la clave con Hirving Lozano, el atacante que ha fascinado al PSV Eindhoven con sus propulsores en las piernas. Le mandó al campo en el lugar de un Tecatito Corona ensombrecido. En una de sus primeras jugadas, Lozano recortó hacia el centro para abrirle un hueco a un Miguel Layún que iba a toda velocidad para hacer el segundo gol.

El 2-0 era un respiro para los vestidos de blanco. Los islandeses incomodaban a México con centros y centros vía aérea. Osorio dosificó algunos minutos a Jesús Molina y a Omar Govea para tenerlos como sus medios de contención; a Carlos Vela, Oribe Peralta y a Rodolfo Pizarro como sus puntas en la ofensiva. Lozano se dio la oportunidad de chutar tres veces al arco y colgar el balón en las gradas. 

Ya con el mate de la partida, Layún puso el jaque cuando intentó asistir a un compañero hacia la zona caliente y le salió un remate que desconcertó a Rúnarsson. El 3-0 arregló la falta de identidad de México y sus carencias para organizarse al ataque. 

La prueba siguiente del Tricolor será contra Croacia en Arlington, Texas, el próximo martes. Ahí se encontrarán con una Croacia que fue superada por el júbilo de Perú 2-0. En México ya esperan el impacto de la sociedad Modric-Rakitic-Perisic-Mandzukic.