Nani Roma, en el hospital tras sufrir un espectacular accidente

El piloto español Nani Roma (Mini), uno de los favoritos de este Dakar, dispuesto como estaba a discutir el dominio de Peugeot, sufrió este lunes un terrible accidente y su abandono se da por hecho al conocerse que sufre un traumatismo craneal, motivo por el cual ha sido trasladado a un hospital en Lima. El ganador del Dakar del 2014 volcó su 4x4 cuando estaba rodando a gran velocidad por las dunas del desierto de Ica en el último kilómetro de la especial.

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Roma subía una gran duna cuando aparentemente se le bloqueó el tren trasero de su coche en una zona de arena más blanda; dio varias vueltas de campana. En las imágenes que se vieron por televisión –France 4 TV estaba en directo en la zona en el momento del accidente– se le podía contemplar arrodillado, junto al vehículo, y visiblemente desorientado mientras su copiloto, Àlex Haro, intentaba hablar con él para hacerse una idea de cuál era su estado. Poco después, Roma, ya de pie, tenía que apoyarse en una de las ruedas delanteras del Mini para mantenerse derecho.

Roma tardó en recuperar la compostura, pero cuando lo hizo logró cruzar la línea de meta, que estaba a poco más de 500 metros. Nada más terminar se fue directo al puesto médico: desde ahí fue trasladado primero en helicóptero a Ica y luego en avión hasta Lima, donde lo ingresaron en el Hospital angloamericano con un traumatismo craneal y vertebral. Teniendo en cuenta que él y Haro deberían volver en coche hasta el vivac de San Juan de Marcona, a más de 500km de Lima, la organización ya daba por hecho su abandono.

Roma, tras 296 kilómetros de especial, terrible el último, había cedido más de 26 minutos en la etapa, 32 en la general, poca cosa si se observaba el estado del vehículo y del piloto. El copiloto no sufrió heridas y hubiera podido, en cualquier caso, conducir hasta el vivac del Rally, donde el catalán debería estar listo este martes para iniciar la cuarta etapa. La imposibilidad de que Roma lograra estar en la salida de la cuarta etapa se estimaba imposible en la noche de este lunes.

Por otro lado, también en la categoría de coches, volvió a ganar, como el sábado, el qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota), que nunca le hace ascos a los kilómetros de arena y que se desenvolvió de maravilla en el desierto de Ica (Perú), especialmente al rodar por detrás de hombres como Peterhansel, que sigue encabezando la general, o Sainz, a quienes fue recortando distancias desde el final del primer tramo. Estos dos, al igual que Despres y Loeb, todos integrantes del equipo con mayor potencial del rally, el equipo Peugeot, llegaron a la meta unos minutos después, ocho en el caso de Loeb, el menos experimentado en este tipo de terrenos.

En moto, Joan Barreda, que había logrado el domingo su 20ª victoria de etapa en el Rally Dakar, tuvo que abrir pista y lo pagó caro: más veloz que buen navegante, pese a que nunca ha temido tomar la delantera, se equivocó. Tomó una ruta que no era, se desvió considerablemente del trazado ideal para la especial (296 kilómetros, 208 de enlace, entre Pisco y San Juan de Marcona) y tuvo que volver sobre sus pasos. Barreda no había visto un viraje que quedaba a su izquierda y siguió rodando en la dirección equivocada. Aunque corrigió, pasó por meta 27 minutos después de que lo hiciera Sunderland, de nuevo rapidísimo y ganador también de esta tercera etapa. El británico, además, ha recuperado el liderato.

Quedan muchas jornadas del que, advierten los organizadores, podría ser el Dakar más duro y difícil de la historia, de modo que el piloto español, que persigue el título desde hace años, todavía tendría margen de maniobra. Si bien, ahora solo le vale atacar y esperar a que sus rivales fallen. Un escenario en el que ya se ha visto en más de una ocasión y que, por ahora, no ha tenido final feliz.