Mourinho: “Si Bale está en la puerta de salida del Madrid, pelearé por él”
El técnico portugués habla de su paso y su salida del club blanco y no esconde su deseo de fichar a Bale para el Manchester United
José Mourinho quiere a Gareth Bale en el Manchester United. El portugués dice no saber si el atacante galés está en venta o es intransferible. Tampoco tiene la certeza de que él quiera regresar a la Premier y dar por finalizada su irregular y complicada etapa de cuatro años en el Real Madrid. Todo eso espera comprobarlo a su paso por Macedonia. Lo que no oculta Mourinho y sabe ya todo el mundo es que si existe una mínima opción de que Bale salga del club blanco, él será el primero en la fila de pretendientes. "Si Bale juega mañana no me planteo poder ficharle porque significará que está en los planes del entrenador y del club y porque en sus propios planes está continuar en el Madrid. No me lo plantearía de ningún modo. Si no está en los planes y es verdad lo que dice la prensa de que para la entrada de otro jugador Gareth estará en la puerta de salida... Si está en la puerta de salida intentaré esperarle y pelear con algún otro entrenador que también le espere. Pero si jugara mañana es evidente que va a continuar”, contestó con franqueza.
La final de la Supercopa será el reencuentro oficial entre Mourinho y el Real Madrid, la primera vez que el portugués se mida ante su exequipo al margen de los bolos veraniegos. De su paso por el Madrid, los recuerdos son contradictorios, buenos para unos, malos para otros, según quien lo mire. Casi sin término medio, algo que parece no existir en Mourinho. El técnico de Setúbal sumó una Liga, una Copa y una Supercopa de España a las vitrinas del club, inyecto una dosis de prestigio y competitividad a un equipo que llevaba casi una década dando tumbos por Europa y provocó una ruptura y una división tanto interna como en la masa social de difícil solución. Desde su polémica salida, el técnico portugués apenas ha hablado públicamente de aquello, de qué pasó, qué recuerda, que sintió o de cómo y por qué se marchó. Este jueves, durante la conferencia previa a la final de la Supercopa, Mourinho rompió su silencio: "Me marché y para vosotros (los periodistas) ha sido difícil tener palabras mías. Nunca he hablado mucho, no he llorado y no he pedido nada que no me hubieran dado. Me fui del Madrid con la tranquilidad de haberlo dado todo y no tener nada más por dado. Salí sin voluntad de lavar ropa sucia, no he hablado de este o del otro, de un caso u otro. He salido con espíritu de paz y con la tranquilidad de poder decir que di más de lo que ninguna vez había dado. En el Madrid lo di todo".
Mourinho llegó al Madrid con la etiqueta de ser el único técnico capaz de recolocarle en la élite europea. Sus objetivos a corto y largo plazo eran devolver al club a las fases finales de la Champions, levantar la décima y terminar con la hegemonía futbolística y ganadora del Barcelona de Guardiola y Messi. En sus tres años, Mourinho cumplió lo primero, se quedó siempre a las puertas de lo segundo, y consiguió rematar lo tercero. Sin Champions y con la sensación de ser incapaz de igualarse al eterno rival pese a arrebatarle una Liga y llevarse alguna victoria en duelos directos, su trayectoria fue para muchos un fracaso en el plano deportivo.
Pero a cambio, sí consiguió devolver el gen ganador a un equipo que recuperó la competitividad y la pujanza en Europa. Ese punto es para Mourinho la gran diferencia entre el Madrid que cogió él en 2010 y al que llegó Zidane en 2017. "La diferencia entre su equipo y el mió es que cuando yo llegué el Madrid no era ni cabeza de serie en Champions. Con su increíble historia no pasaba de los octavos de final y sus mejores jugadores nunca habían jugado los cuartos de final. Cuando me marché habían jugado tres semifinales consecutivas, el equipo era cabeza de serie, había salido campeón de España, había ganado partidos en casa, partidos fuera y derrotó en una final al gran equipo que era el Barcelona. Son pequeñas grandes diferencias... ", explicó Mourinho.
"Me fui del Madrid con la tranquilidad de poder decir que di más de lo que ninguna vez había dado. Lo di todo".
Del técnico francés aseguró que, cuando coincidieron, no tenía constancia de su deseo de sentarse en los banquillos. "Nunca me dijo que fuese serlo. Estaba sintiendo analizando y pensando diferentes opciones... poco a poco quizá ha ido sintiendo que le gustaría ser entrenador", comentó. Sobre su trayectoria aplicó el pragmatismo que le caracteriza. "De su papel hablan los resultados. Siempre he sido muy pragmático y el pragmatismo es eso: si gana es bueno, si no gana no es bueno. Zidane gana y lo hace muchas veces así que es muy bueno". Mañana, intentará que no lo haga, aunque sabe que no será fácil. Vamos a intentarlo, pero la diferencia entre el ganador de la Champions y la Europa League es obvia. Está claro que hay una diferencia, pero es posible. Pensamos que podemos ganar”.
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