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Otro desafío para la Copa África en la Guinea del dictador Obiang

El régimen compra el mejor césped en España, lo traslada en aviones rusos y los lugareños roban el agua de su riego

Javier Casqueiro
Un operario realiza pruebas de detección de ébola en Guinea.
Un operario realiza pruebas de detección de ébola en Guinea.CARL DE SOUZA (AFP)

La peculiar situación que se vive con el magnífico césped español instalado en los campos oficiales y de entrenamiento montados a prisa y corriendo en las sedes de la XXX edición de la Copa África de fútbol (CAN2015) que comienza hoy en Guinea Ecuatorial es el mejor reflejo de lo que puede suceder en este particular torneo y en este país africano, rico en petróleo y en problemas de corrupción y libertades. El dictador Teodoro Obiang está dispuesto a todo para mejorar la cuestionada imagen de Guinea en el mundo y maneja dinero sin límites para ello. El régimen compró hace un mes 24.000 metros cuadrados de la mejor hierba natural Bermuda Tif Way 419 a una empresa especializada sevillana, hace 15 días los trasladó desde Valencia en cuatro enormes cargueros rusos Antonov y ahora los vecinos roban el agua destinada en cubas para su riego y para que enraíce porque no tienen para beber.

El desafío asumido por Guinea Ecuatorial para montar en menos de dos meses todo el dispositivo logístico, de seguridad, alojamiento y deportivo necesario para albergar esta competición en la que participan 16 países es enorme. Marruecos, la sede elegida en principio por la Confederación Africana de Fútbol (CAF), renunció a finales de noviembre por miedo al contagio del ebola, que se ha llevado ya más de 8.000 vidas en África, y porque no se sentía capaz de controlar el flujo del millón de visitantes previstos.

La CAF castigó a Marruecos por la retirada (dos años fuera de las competiciones y una sanción económica) y premió rápidamente a la Guinea de Obiang, que se aprestó a recoger el guante a pesar de que ya había coorganizado con Gabón la Copa de 2012. El máximo mandatario de la CAF, Issa Hayatou, piropeó el valor del dictador como el de “un verdadero africano”.

El empuje de Obiang, de 72 años y que lleva en el poder tras ejecutar un golpe de Estado en 1979, se mide sobre todo en dólares. Tras el descubrimiento del petróleo en su subsuelo, Guinea, un país de apenas 28.000 kilómetros cuadrados y 720.000 habitantes, se ha convertido en la tercera nación africana exportadora del valioso crudo. El Fondo Monetario Internacional fijó en 2013 su renta per cápita en 15.500 euros. Pero ni la riqueza ni las libertades están repartidas equitativamente.

La ONU, organismos internacionales, Reporteros sin Fronteras y otras ONG como Transparencia Internacional sitúan Guinea Ecuatorial entre los peores países del mundo en libertades y corrupción. Obiang salió reelegido en 2009 con el 95,3% de los votos.

El único diputado de la oposición, Placido Miko, ha considerado “absurdo y una manifestación de irresponsabilidad” acoger este torneo y gastar una gran cantidad de dinero en fútbol cuando hay otras necesidades y esa inversión ni se ha consultado con el Parlamento ni estaba prevista en el presupuesto. El régimen no ha facilitado ningún dato sobre el dinero que se destinará a esta competición. Miko ha cuestionado también que Guinea vive en un 90% de sus recursos petrolíferos y justo ahora el barril de crudo ha perdido entre un 40 y un 50% de su valor. Otros dos dirigentes de la oposición, Celestino Nvo Okenve y Santiago Martín, llamaron este miércoles a boicotear la copa y convocaron una manifestación. Fueron detenidos en principio hasta el final del torneo.

En la Copa África de 2012 el régimen ya realizó impresionantes inversiones en los dos estadios entonces reformados en Malabo, la capital, y en la villa portuaria de Baka y en otras obras y barrios nuevos que serán reutilizados. Ahora, además, se han agregado otras dos sedes: Mongomo, la villa natal del presidente con 50.000 habitantes y un estadio de 15.000 localidades, y Ebebiyin, con 60.000 residentes y un campo con capacidad para 5.000 espectadores.

Los observadores que han acudido a la zona en las últimas semanas han comprobado carencias en las graderías, las cabinas e instalaciones para la prensa y en los alojamientos improvisados sobre todo en Mongomo y Ebebiyin. Seleccionadores, como Alain Giresse, de Senegal, han mostrado la misma inquietud. El ministro de Deportes del país, Francisco Pascual Eyegue Obama Asue, lo niega: “Todo está perfecto. No hay ningún problema. Podemos recibir no importa qué cantidad de personas quieran venir. Las empresas que están haciendo las obras nos darán las llaves el sábado”. Este sábado, a las 17.00 horas locales, se inaugura el torneo en Bata con un partido entre el país anfitrión y el Congo de Claude Le Roy

Futbolísticamente, el torneo se presenta también muy abierto con varios pretendientes para suceder a Nigeria, la actual campeona. Las selecciones con más opciones, de partida, son Costa de Marfil, sin Didier Drogba pero con el recién elegido por cuarta vez mejor jugador de África Yaya Touré; Camerún (cuatro veces vencedor), Mali, Argelia (el país mejor situado en la clasificación FIFA), Gana (cuatro veces campeón), Senegal, África del Sur y hasta Túnez.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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