La vida de Maradona no corre peligro, según su médico personal

La vida de Maradona no corre peligro pese a sus problemas respiratorios y de sobrepeso que le obligaron a hospitalizarle nuevamente ayer, según han asegurado fuentes médicas a la prensa argentina. "Maradona no está grave. Está asistido con una máscara de oxígeno y permanece sedado", ha explicado un médico de la clínica Suizo-Argentina donde el ex futbolista está internado, según el diario Clarín.

"Hay Diego para rato. Eso es seguro. Por suerte está bien y con un planteamiento para su vida bastante interesante que ojalá pueda concretar, porque es joven", ha dicho su médico personal Alfredo Cahe, según recoge La Nación. El médico explicó que el ex capitán de la selección argentina "venía comiendo demasiado y el ejercicio lo fatigó", y aclaró que este episodio "nada tiene que ver con su anterior adicción, por él reconocida, porque todos los exámenes son negativos".

Otros profesionales que atienden a Maradona han agregado que padece el síndrome de abstinencia por haber abandonado el consumo de drogas, lo que explica que "estaba muy ansioso y se quería ir de la finca en la que estaba. Hasta tuvieron que quitar las llaves de todos los coches que estaban allí para que no se escapara", según recoge el diario argentino Página 12.

El único informe médico que ha facilitado hasta el momento la clínica indica que Maradona, de 43 años, fue internado "por su médico tras una indigestión alimentaria", al aludir que no respetó la dieta indicada para su convalecencia.

Traslado a un centro especializado en adicciones

Según ha confirmado su médico personal, Maradona deberá estar ingresado "dos o tres días para realizar chequeos varios". Después de abandonar el hospital, en la prensa argentina se especula con la posibilidad de trasladarle a un centro asistencial especializado en adicciones en Argentina. "Esperamos un gesto de la familia para que coja al toro por los cuernos", ha dicho una fuente de la Clínica Suizo-Argentina para trastornos agudos al diario Clarín.

Fuentes de la clínica han admitido que esperan la autorización para el traslado mientras Maradona esté dormido, porque presumen que no aceptará fácilmente someterse a un tratamiento como el que requieren sus adicciones.

Desde principios de 2000, cuando tuvo un grave cuadro cardíaco en el balneario uruguayo de Punta del Este, Maradona pasa largas temporadas en el centro de salud La Pradera, en Cuba, y había anunciado su propósito de volver allí.