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Malena Alterio: “Soy una actriz a mi bola”

La intérprete es favorita al Goya el próximo sábado por su papel en ‘Que nadie duerma’

Malena Alterio, el pasado martes en la plaza de Las Vistillas de Madrid.Foto: JUAN BARBOSA
Raquel Vidales

Está en el aire. Desde que hace dos meses se anunciaron las nominaciones a los Goya, el nombre de Malena Alterio corre de boca en boca por los mentideros del cine español como posible ganadora del premio a la mejor actriz protagonista.

—Bueno, bueno… eso lo vamos a ver. Todo el mundo está diciendo esto, pero vamos a cogerlo con pinzas. Me acuerdo cuando hace unos años hice Una palabra tuya, dirigida por Ángeles González-Sinde. Toda la gente a mi alrededor me decía: “Te van a nominar, te van a nominar”. ¡Y luego no salió! —replica ella un tanto abrumada.

―De momento ya se ha llevado el Forqué y el Feroz. Un buen presagio para la gala de los Goya el próximo sábado, ¿no?

―No sé, hay mucha gente, muchos académicos. Ya veremos. En todo caso, este deseo de que me lo den lo tomo como que la gente me quiere, me valora. Por este trabajo en concreto y tal vez por lo construido anteriormente.

El trabajo en concreto es su personaje en Que nadie duerma, una película atípica en el cine español, de esas que hay que meter en el saco de las “inclasificables”, basada en la novela homónima de Juan José Millás y dirigida por Antonio Méndez Esparza, donde Malena Alterio compone un personaje dificilísimo, surrealista y extraño, pero a la vez profundamente íntimo. El papel le ha llegado en plena madurez, recién cumplidos los 50, después de media vida transitando “como una hormiguita” por el cine, los escenarios y la televisión, tanto comedias como dramas, sin prisa pero sin pausa. Casi una veintena de obras de teatro con directores como Andrés Lima, Cristina Rota, Gerardo Vera, Claudio Tolcachir o Daniel Veronese. Veinticuatro películas bajo la dirección de Pablo Berger, Ángeles González-Sinde, Miguel Albaladejo o David Serrano. Más de una decena de series, algunas tan célebres como Aquí no hay quien viva, La que se avecina o Vergüenza. Tampoco es la primera vez que compite en los Goya —por su primera película, El palo, fue candidata en 2001 en la categoría de mejor actriz revelación, pero no se lo llevó— y acumula numerosos premios en las tres disciplinas.

A ella le sorprende que ahora se hable del “momento Malena”: “Lo están diciendo así, pero yo no lo siento de esa manera. Yo me siento muy afortunada con todo lo que he hecho anteriormente, desde que hacía animaciones en centros comerciales hasta ahora. A lo mejor no he participado en películas con tanta repercusión como esta última, pero he hecho trabajos muy chulos, series muy interesantes en la tele. En fin, si me quieren subtitular así… Entiendo que hay que vender un buen titular, pero parece como que no he hecho nada hasta ahora. En todo caso, tampoco me voy a pelear con eso. No voy a estar diciendo que he hecho esto y lo otro”.

Malena Alterio, el pasado diciembre tras recibir el premio Forqué a mejor actriz de cine por 'Que nadie duerma'.
Malena Alterio, el pasado diciembre tras recibir el premio Forqué a mejor actriz de cine por 'Que nadie duerma'.Juanjo Guillén (EFE)

Confiesa la actriz una segunda contradicción con todo lo que está viviendo. “Estoy feliz porque me siento reconocida, muy querida, todo el mundo me felicita. Pero me felicitan por la nominación, no por mi trabajo. Cuando les pregunto qué les parece la película, pues resulta que la mayoría no la han visto porque duró muy poco en la cartelera. Es cierto que no es una producción mainstream, pero también tengo la sensación de que no se le dio tiempo en las salas. Entiendo que es un momento difícil y raro para el cine, todo ha cambiado con la llegada de las plataformas, pero cuando uno tiene entre manos una cosa tan especial y tan chula, le gusta que la gente vaya a verla”. Estrenada el pasado noviembre, Que nadie duerma pasó fugazmente por las salas y desde el 1 de febrero se puede ver en Prime Video.

Quizá también el titular del “momento Malena” tenga que ver con que el gran público la reconoce sobre todo por su participación en Aquí no hay quien viva (de 2003 a 2006) y La que se avecina (2007). “¡Claro! Por eso a muchos les sorprende ahora esto. Tampoco estuve tanto tiempo, pero se quedó grabado y encima las siguen emitiendo. Ya estamos por la tercera o cuarta generación de gente que las ve. ¡Que las está descubriendo ahora después de 20 años! Lo cierto es que si no hubiera estado ahí, tal vez no estaría charlando contigo ahora”, reflexiona.

—¿Dejó esas series por miedo a encasillarse en la comedia?

—No. Me fui porque me ofrecieron otras cosas y sentí que aquella etapa había acabado para mí. Tampoco hago mucha separación entre géneros, no entiendo el drama sin comedia ni la comedia sin drama. Obviamente, los ajustes hacia la comedia o el drama van en relación a las direcciones que te van pautando, pero creo que hay un estilo dentro de mí que imprimo en cada uno de mis trabajos y que es consecuencia de todo lo que he ido haciendo. Y también la vida va pasando por ti. No soy la misma Malena que la de hace 20 años, y todo eso que he vivido lo puedo usar al servicio de los personajes que interpreto. A lo mejor esta Lucía que hago en Que nadie duerma no la podría haber hecho antes. Todo va sumando.

Malena Alterio, en una secuencia de 'Que nadie duerma'.
Malena Alterio, en una secuencia de 'Que nadie duerma'.

—Ser hija del actor Héctor Alterio y hermana del también actor Ernesto Alterio, ¿suma o pesa?

—Al principio pesaba un poco. Por miedo a no estar a la altura, por si la gente iba a pensar que yo estaba ahí porque mi padre había llamado a alguien. Tenía todas esas fantasías en mi cabeza. Poco a poco ese sentimiento ha ido desapareciendo.

—¿Pero se hizo actriz por tradición familiar?

—Obviamente, siempre me pregunto qué habría pasado si mi padre no hubiera sido actor. Pero no te creas que yo quise ser actriz desde pequeña, más bien se me fue dando. En la interpretación encontré un espacio que sentí que me contenía. Me daba seguridad. Yo venía de tener bastantes problemas en el colegio, suspendiendo, perdida… y de repente encuentro un sitio donde expresarme, disfrutar, entenderme. Lo académico nunca ha sido mi fuerte, siento rechazo hacia todo lo rutinario. Siempre he ido un poco a mi bola y ahora soy una actriz a mi bola. Obviamente, he ido estudiando, pero tengo mi propio estilo. Cuando me vienen dadas, cuando me dicen tú tienes que hacer esto o tienes que estudiar esto, mi cabeza no se pliega.

La actriz, durante la entrevista con EL PAÍS.
La actriz, durante la entrevista con EL PAÍS.JUAN BARBOSA

Es más guerrera de lo que parece Malena Alterio. Nunca se ha significado políticamente en público como otros actores, pero tiene claro que hay que posicionarse en determinados momentos. “Bueno, los actores tenemos un altavoz que no está al alcance de cualquier ciudadano y es bueno que pueda utilizarse para visibilizar ciertas injusticias. Lo que pasa es que yo no soy una gran oradora, tengo la sensación de que me expreso mejor con mi trabajo y con lo que hago, por eso quizá no me pongo en primer plano”, explica.

—Tras las acusaciones de violencia sexual contra Carlos Vermut publicadas en EL PAÍS, ¿puede que la gala de los Goya del sábado sea uno de esos momentos en los que haya que posicionarse?

—Ha sido una noticia triste, dura, pero, por otro lado, pienso que es importante sacar algo en positivo. Por supuesto, mi máximo apoyo a las mujeres valientes que han denunciado esto y lo han puesto sobre la mesa, porque eso genera debate y espero que nos haga seguir creciendo socialmente. Lo que no me gusta son las avalanchas de improperios. Los que estamos en primera línea como yo en este momento, que se me está preguntando por este asunto, tenemos que pensarnos mucho lo que decimos porque podemos acabar apedreados en las redes sociales. Desde luego que no podemos pasar ya por alto los abusos, la desigualdad, el maltrato, comportamientos que en el pasado teníamos asumidos como normales, pero esa violencia que se genera en las redes no creo que sea buena. Entiendo que haya rabia después de tantos años de maltrato e injusticias, pero calma. Se trata de seguir creciendo.

En medio de la vorágine previa a los Goya, Malena Alterio no ha dejado de trabajar estas últimas semanas porque está de gira por toda España con una nueva obra teatral, Los amigos de ellos dos, dirigida por Daniel Veronese. “El teatro es la resistencia”, dice. “Eso sí que no puedes verlo en ninguna plataforma en casa. Es insustituible y por eso se mantiene vivo”.

—Gane o no gane el Goya el sábado, ¿qué le apetece hacer después?

—¿Qué me apetece? [Ríe] Ahora mismo solo pienso en que pase ya todo esto y darme un paseo por el campo. Y después, que siga fluyendo.

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Sobre la firma

Raquel Vidales
Jefa de sección de Cultura de EL PAÍS. Redactora especializada en artes escénicas y crítica de teatro, empezó a trabajar en este periódico en 2007 y pasó por varias secciones del diario hasta incorporarse al área de Cultura. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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