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Muere Maria Teresa Horta, la escritora portuguesa que desafió todas las prohibiciones

Autora de casi 40 libros, su activismo feminista le costó agresiones, censura y cárcel durante la dictadura

La escritora portuguesa Maria Teresa Horta, en una imagen de su editorial.
La escritora portuguesa Maria Teresa Horta, en una imagen de su editorial.
Tereixa Constenla

La escritora Maria Teresa Horta ha muerto en la mañana de este martes en Lisboa a los 87 años. Tal vez en España su nombre no diga demasiado, pero en Portugal lo dice todo. Sobresalió en muchos campos (poesía, novela, periodismo) pero, si algo la convierte en única es la osadía con que reivindicó el derecho de las mujeres a ocupar cualquier espacio, ya fuese el profesional o el de la sexualidad. Y eso, en un tiempo donde la buena o mala moralidad se dictaba por decreto y podía enviar a alguien a la cárcel, como le ocurrió a ella en varias ocasiones. En una lista elaborada por la BBC el año pasado, Maria Teresa Horta fue incluida como una de las 100 mujeres más influyentes e inspiradoras del mundo junto a nombres como Gisèle Pelicot, Tracy Emim o Nadia Murad.

Horta fue coautora junto a Maria Velho da Costa y Maria Isabel Barreno de la obra Novas cartas portuguesas, una publicación que escandalizó al Estado Novo, que la prohibió en 1972. El libro, que fue una obra colectiva donde las escritoras pactaron mantener en el anonimato las cartas que correspondían a cada una, denunciaba la opresión de las mujeres, la pobreza, la guerra colonial, la emigración y el fascismo del régimen que por entonces ya estaba en manos de Marcelo Caetano.

El procesamiento de las autoras, que pasaron a conocerse como las tres Marías, tuvo una gran repercusión internacional y suscitó tanto protestas ante las embajadas portuguesas como el apoyo de intelectuales como Simone de Beauvoir, Marguerite Duras, Doris Lessing o Iris Murdoch. Esta obra ha sido publicada recientemente en España por la editorial La umbría y la solana e incluye un prólogo de la escritora María Sánchez, donde recuerda la agresión que sufrió Maria Teresa Horta en 1971 por haber publicado el poemario Minha Senhora de Mim, que aborda uno de los mayores tabúes del momento: el deseo y el placer femenino. “Su voz revolucionaria, subversiva y erótica representa para el sistema una ofensa a la moral de la nación”, subraya la autora de Tierra de mujeres en su prólogo. Los tres hombres que la golpean aquella noche lisboeta dejan claro que se trata de una lección: “Esto es para que aprendas a no escribir como escribes”.

Maria Teresa Horta nació en 1937 en Lisboa y ya en la infancia se convirtió en una lectora voraz, muy influenciada por una abuela que había sido una de las protagonistas del sufragismo portugués. Varias experiencias de abandono y la empatía con una madre constreñida por las convenciones sociales explican para su biógrafa, Patrícia Reis, el afán de modelarse a sí misma siguiendo su voluntad y despreciando las normas.

A los 20 años publicó su primer poemario, Espelho inicial, al que sucederían muchos otros porque la poesía la asaltó durante toda la vida en cualquier contexto, ya estuviese durmiendo o cambiando pañales a su hijo. Dejó también novelas premiadas como As Luzes de Leonor (2011) y libros de cuentos y crónicas hasta acercarse a los cuarenta títulos, traducidos muchos de ellos a varias lenguas.

Cuando la periodista y novelista Reis le dijo hace unos años que pensaba titular su biografía A Desobediente, Horta se echó reír. La desobediencia había sido uno de sus grandes motores, primero contra su familia, luego contra los corsés sociales y después contra la represión política. Y no dejó de desobedecer y desafiar nunca. En 2011 renunció a un premio literario porque se negó a recogerlo de manos de Pedro Passos Coelho, el entonces primer ministro conservador que estaba aplicando una cirugía presupuestaria en el país que condenó a muchos portugueses a la miseria. Y en 2017 volvió a renunciar al Premio Océanos, uno de los más prestigiosos en lengua portuguesa, porque era compartido con el autor brasileño Bernardo Carvalho. Fue libre en dictadura y siguió siéndolo en democracia. Cuando otra grande de las letras portuguesas, Agustina Bessa-Luís, le decía que intentase estar callada, Horta respondía: “No lo consigo”.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.
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