Diez exposiciones destacadas de PHotoEspaña 2024 y algunas más que también merece la pena ver
Una selección de las muestras más interesantes de la 27ª edición del festival, que se celebra hasta el 29 de septiembre
Ochenta y cuatro exposiciones con 293 artistas configuran la oferta de la 27ª edición de PHotoEspaña, inaugurada el 10 de mayo y que se cerrará el 29 de septiembre. Se abre una nueva etapa para el festival porque es la primera vez sin la presencia de quien se lo inventó en 1988 en un país que entonces no daba valor a la fotografía, el añorado gestor cultural Alberto Anaut. Es también la primera dirección del certamen para María Santoyo, que sucede a Claude Bussac, quien estuvo 17 años al frente. A estos cambios se suman la apuesta por los nuevos aires de la fotografía, más instalativa, “por diversificar las prácticas artísticas en el festival”, según Santoyo. La cámara como medio para dar salida a otro tipo de creaciones. De un PHotoEspaña siempre torrencial en propuestas, con un presupuesto de alrededor de un millón de euros, escogemos las exposiciones más significativas.
Perpetuum mobile. Como es tradicional, la exposición principal del festival tiene como sede el Círculo de Bellas Artes, en Madrid, aunque esta vez en una sala más pequeña por encontrarse la sala Picasso ocupada por el regreso de España oculta, de Cristina García Rodero. El título de la muestra, y también del festival, Perpetuum mobile, responde a la idea de que “la fotografía es movimiento y que está siempre en ese estado”, dijo en la presentación del certamen su directora, María Santoyo. La muestra es una colectiva de 27 fotógrafas y fotógrafos españoles que, según los organizadores, se podrían incluir en lo que llaman “generación PHotoEspaña” —la más formada y numerosa de la historia de la fotografía española— porque han crecido y desarrollado su trabajo al calor de este certamen, que comenzó en 1998.
La exposición, comisariada por Alejandro Castellote, es una panoplia de los nuevos caminos que explora la fotografía para “romper la bidimensionalidad” de la imagen, sobre todo a través de la instalación. Dentro de la irregularidad de propuestas que suelen darse en toda colectiva, un problema en Perpetuum mobile es que, a veces, no hay suficiente espacio para poder contemplar algunas obras por su gran tamaño, lo que provoca que haya piezas que queden muy próximas a otras. Sin embargo, es obligado asomarse por el Círculo para conocer por dónde puede ir la fotografía en estos tiempos. Entre los nombres elegidos destacan Ricardo Cases, Soledad Córdoba, Paula Anta, Elena de la Rúa, Álvaro Laiz... Hasta el 1 de septiembre.
Erwin Olaf. Hace solo ocho meses, el 20 de septiembre de 2023 fallecía el fotógrafo holandés Erwin Olaf, a los 64 años, tras un trasplante de pulmón. Su legado, desplegado con amplitud en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa, es un gran ejemplo de la fotografía escénica, en la que lo comercial y lo artístico están imbricados. Erwin Olaf. Narrativas de emancipación, deseo e intimidad ofrece, hasta el 14 de julio, 185 imágenes, incluidos autorretratos, y 20 vídeos y videoinstalaciones de cuatro décadas de trayectoria, desde los años ochenta. El espectador puede hacerse una buena idea de la concepción de la fotografía que tenía Olaf, imágenes con iluminación perfecta, teatrales, que destilan cierta inquietud.
Boris Savelev. Es la primera retrospectiva en España y en Europa del desconocido fotógrafo ucranio Boris Savelev, del que se muestra un centenar de imágenes, la mayoría tomadas en calles de varias ciudades y en diferentes épocas. Son piezas de textura pictórica, impresas sobre aluminio con un complejo y caro sistema. En sus fotografías predominan los tonos oscuros y las personas que parecen desorientadas, en ocasiones, espectrales porque se las intuye tras un cristal o entre sombras. Savelev, distinguido con el Premio PHotoEspaña 2024, que concede el festival a un fotógrafo por su trayectoria, huyó de su país en 2022, meses después de la invasión rusa ordenada por Putin, esa que obvian algunos políticos, incluido alguno con alto cargo.
Refugiado en España, Savelev reside en Vigo. Sin embargo, su discurso no es el que podría esperarse de quien ha tenido que dejar su país, ya que su vida muestra la compleja realidad que el ultranacionalismo quiere aniquilar. Savelev es ucranio, habla en ruso porque pasó 50 años en Moscú, y la ciudad donde nació, Chernivtsi, perteneció al imperio austrohúngaro, Rumania, la Unión Soviética y desde 1991, a Ucrania. La exposición Viewfinder–Una forma de mirar puede verse en el Espacio Cultural Serrería Belga, hasta el 14 de julio.
Ravens, de Masahisa Fukase. Una de las sorpresas agradables de este PHotoEspaña es la pequeña muestra de 36 imágenes —en la sala Minerva del Círculo de Bellas Artes— de la serie Ravens (Cuervos), del japonés Masahisa Fukase, fallecido en 2012. Son fotografías en blanco y negro, oscuras, que el autor tomó en un momento de crisis personal, por el fin de su matrimonio, de bandadas de cuervos con fondo de paisajes costeros. Es la primera vez que puede verse completa esta serie, hasta el 8 de septiembre, realizada durante 10 años. Ante estas imágenes es imposible no acordarse de los pobres niños que salían pitando de la escuela mientras eran picoteados inmisericordemente por cuervos en una de las extraordinarias secuencias de Los pájaros, de Hitchcock. Queda claro que Fukase también tenía sus propios demonios.
Primera póstuma de Elliott Erwitt. En PHotoEspaña siempre hay espacio para clásicos de la fotografía, como Elliott Erwitt, que entró en Magnum en 1954, con solo 25 años, invitado por Robert Capa y Henri Cartier-Bresson, y que se ha distinguido por una obra que rebosa ironía y elegancia. Erwitt falleció en Manhattan, a los 95 años, el 29 de noviembre, así que sin quererlo esta exposición, en la Fundacion Canal, en Madrid, hasta el 18 de agosto, es la primera póstuma de este autor. A pesar de que casi la totalidad de las fotos expuestas son en pequeño formato, merece la pena relajarse y sonreír ante sus imágenes, en especial las que tomó desde una “perspectiva perruna”, en las que daba protagonismo y dotaba de humanidad a los canes, por mostrar cómo nos veían a los terrícolas. Sin olvidar las de visitantes de museos contemplando obras de arte, algunas hilarantes.
Javier Vallhonrat en el Campo del Moro. Javier Vallhonrat, en un encargo de Patrimonio Nacional, ha fotografiado con libertad a la protagonista del Palacio de la Granja, sus fuentes y los alrededores, el agua. Con una cámara Linhoff, de gran formato, Vallhonrat ha esperado con paciencia los saltos y requiebros del agua, así como la gran obra hidráulica que lleva tres siglos jugando con el agua en las fuentes del palacio que ordenó levantar Felipe V. Las fotos de esta muestra, titulada Cuaderno de campo nº 1, estarán del 4 de junio al 30 de septiembre en los jardines del Campo del Moro de Madrid, y en el Real Sitio de La Granja de San Ildefonso (Segovia), entre mediados de septiembre y mediados de diciembre.
David Goldblatt y Consuelo Kanaga en la Fundación Mapfre. Dos ejemplos de fotografía que cuenta la injusticia y la violencia contra colectivos marginados sin hacerlo explícito: las personas de raza negra en la Sudáfrica del apartheid, en el caso de David Goldblatt, y la comunidad afroamericana en Estados Unidos, en el de la desconocida Consuelo Kanaga. Ambas exposiciones están en la Fundación Mapfre, en Madrid, hasta el 25 de agosto. La de Goldblatt, autor fallecido en 2018 en Johanesburgo, tiene un comisariado arriesgado, en el que en orden temático se combinan sus fotos en blanco y negro con las de color, un contraste que no siempre termina de funcionar. La de Kanaga (fallecida en 1978), que ya estuvo en el KBr centro de fotografía de Barcelona, está formada en su mayoría por imágenes de pequeño formato. En cualquier caso, muy recomendables ambas por la posibilidad de contemplar una mirada diferente ante las desigualdades, que a sus autores les costó la crítica de sus colegas. En el recorrido, hay que detenerse en las fotos de Goldblatt de una explotación minera y en los retratos de Kanaga de personas anónimas.
Puccini, fotógrafo. El Teatro Real, del 1 al 22 de julio, se suma por primera vez a PHotoEspaña con una exposición que aborda la desconocida faceta como fotógrafo del compositor Giacomo Puccini. El autor de Madama Butterfly se inició en la fotografía alrededor de 1894, a finales del siglo, cuando esta disciplina se popularizaba cada vez más. Las imágenes que tomó Puccini son sobre todo de paisajes en los que la figura humana importa poco. Al fin y al cabo, él tuvo la oportunidad de viajar y conocer otras sociedades, como la neoyorquina o la egipcia. También experimentó los autorretratos, en los que practicó el juego de mostrarse a través de su sombra.
Gonzalo Juanes, en la Sala Canal de Isabel II. Gonzalo Juanes es conocido, sobre todo, por la serie fotográfica que tomó en la calle de Serrano de Madrid en 1965, que recogió el ambiente pijo y rancio de la época. El fotógrafo gijonés, fallecido en 2014, fue el representante asturiano del grupo AFAL, el colectivo que renovó la fotografía española a partir de los años cincuenta del pasado siglo. La Sala Canal de Isabel II dedica, hasta el 21 de junio, su extraordinario espacio a la primera monográfica sobre la obra de Juanes, titulada Una incierta luz, en la que se puede comprobar su particular uso del color, que no siempre fue apreciado. También están sus imágenes de su tierra natal, dotadas de gran lirismo.
También en Madrid... Christian Franzen, Un danés en el Madrid de la Restauración, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando (hasta el 29 de septiembre); Dos cabalgan juntos. Castro Prieto y Tofiño en la India, en la Real Sociedad Fotográfica, del 11 de junio al 27 de julio; la Fundación Ortega-Marañón, que por primera vez se suma como sede al festival, acoge la exposición La Señorita. Los inicios del deporte femenino 1915-1936, con especial atención a la figura de la tenista pionera Lili Álvarez, del 20 de junio al 29 de septiembre.
En el Museo Cerralbo, pq hacemos lo q hacemos?, de filip custic, del 5 de julio al 29 de septiembre; Lúa Ribeira en el Museo Lázaro Galdiano, con Agony in the Garden, del 31 de mayo al 25 de agosto; Paloma Navares en el Jardín Botánico, del 29 de mayo al 1 de septiembre, con Luz de intuición; en el Museo ICO, del 6 de junio al 8 de septiembre, la exposición Moments in Architecture, del holandés Iwan Baan; en la Sala El Águila, Javier Campano con Barrios. Madrid 1976-1980 (del 11 de junio al 8 de septiembre), y Ana Palacios, en el Museo de las misiones salesianas (sede invitada) con Niños esclavos. La puerta de atrás (hasta el 30 de noviembre).
Y en otras ciudades... Jorge Fuembuena en La Zaragozana (Zaragoza), del 2 de septiembre al 30 de octubre, con Ánimas; Pilar Aymerich, en La Lonja (Zaragoza), del 6 de junio al 8 de septiembre con Memoria vivida; en f/DKV Centro de Fotografía con causa, Lucía Herrero, con Antropología fantástica, del 13 de junio al 1 de septiembre; Rosell Meseguer, en Cartagena, en un espacio que por primera vez es sede de PHotoEspaña, El Batel (del 7 de junio al 1 de septiembre), con la muestra The Keepers of Light; y José Manuel Ballester, con De arboris perennis, en Las Naves de Gamazo, Santander, del 13 de junio al 22 de septiembre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.