Javier Durán, guionista televisivo: “Ayuso, Milei y Trump son los nuevos mesías”
El periodista se estrena con un libro que explora las claves, secretos y curiosidades de ‘La vida de Brian’, la obra cumbre de los Monty Python
Javier Durán Tortonda nació hace 56 años en Madrid. Bueno, o eso cree. Al ser preguntado por su edad, necesita echar cuentas antes de responder. Lo que sí tiene claro es que aunque La vida de Brian se estrenó en 1979, su sátira contra el dogmatismo está más presente que nunca en la era de los Donald Trump, los youtubers y los negacionistas del cambio climático. A pesar de su estatus de obra maestra, la película estuvo a punto de no ver la luz por culpa de la falta de apoyos económicos y los intentos de censura; en una intrahistoria llena de curiosidades y secretos que Durán ha decidido explorar en ¿Qué han hecho los Monty Python por nosotros? (Plataforma Editorial) su primer libro en solitario. Periodista de formación, prefiere presentarse como guionista televisivo —ha trabajado en varios programas de Andreu Buenafuente—, pero sobre todo, como miembro destacado del Frente Popular de Judea.
En la barra de la madrileña Taberna Garibaldi, un lugar “ideal” para confabular contra el Imperio Romano, su camisa estampada de manga corta, sus vaqueros y sus gafas de pasta dibujan su perfil de intelectual desenfadado.
Pregunta. ¿Qué ha hecho Javier Durán por los Monty Python con este libro?
Respuesta. Se acerca el 50 aniversario de La vida de Brian y quería reivindicar su mensaje porque es muy actual. También se explica cómo fue el proceso de creación, casi tan divertido, loco y salvaje como el propio filme. Por ejemplo, el productor leyó el guion solo dos días antes de empezar el rodaje y, al verlo, ordenó pararlo todo. La película tuvo que ser rescatada por el beatle George Harrison, que hipotecó su casa para financiar el proyecto, en lo que consideró “la entrada de cine más cara del mundo”.
P. ¿Por qué es una película actual?
R. Ninguna otra comedia tiene chistes tan atemporales. Las manifestaciones ultras de la calle Ferraz, con muñecas hinchables y rezos del rosario podría ser un sketch de los Monty Python. La broma del Frente Judaico Popular sobre la división de la izquierda se podría haber hecho ayer sobre Podemos y Sumar. Más ejemplos: en la escena en que aparecen varios mesías intentando captar seguidores a base de decir burradas. Me recuerdan a Ayuso. Y si les pones un pelo raro, te salen Javier Milei, Donald Trump o Boris Johnson. Hay toda una generación que debería redescubrir La vida de Brian.
P. Una figura como George Harrison se arriesgó en ese momento para apoyar la película. ¿Tienen miedo a mojarse los artistas de hoy por culpa de la cancelación?
R. Harrison lo hizo porque era joven y porque era súper fan de los Monty Python. Dudo que alguien hiciese una locura así hoy. El mundo de la cultura necesita gente que se moje, pero pasa poco. Las grandes corporaciones tendrían miedo de hacer una película tan mordaz por las posibles críticas y denuncias. Hoy se buscan fórmulas fáciles, repetitivas y que no den problemas. También pasa en la música, pero creo que pronto habrá una revolución porque la gente pronto se aburrirá de los remakes y los productos facilones.
P. La vida de Brian fue la quinta película más taquillera de España en 1980. ¿Cómo sería su versión española?
R. Los que van en masa a lapidar al pecador serían Abogados Cristianos, Jiménez Losantos y toda la fachosfera. Pijus Magnificus sería el rey emérito y Pilatos, Alberto Núñez Feijóo. Nuestro Imperio Romano es la Constitución de 1978. Brian sería Pablo Iglesias, aunque en vez de acabar cantando en una cruz, ha acabado buscando el lado alegre de la vida en un bar. El Frente Judaico Popular es todo el espacio a la izquierda del PSOE y los falsos profetas son Ayuso, Abascal y los youtubers de extrema derecha.
P. ¿Es la izquierda como el Imperio Romano, que intenta traer progresos pero se percibe como paternalista y moralizante frente a la “diversión” y la “libertad” neoliberal?
R. La izquierda está adoptando un papel de Pepito Grillo y a veces se percibe como aguafiestas. Pero es que enfrente tienes a la ultraderecha diciendo que te tomes cañas en una pandemia mundial, o que si hay calentamiento global, te metas en una iglesia para estar fresquito. O tienes a Ayuso insultando al presidente y el PP se pone a vender camisetas de “Me gusta la fruta”. Es normal no entrar en ese juego porque lo único que hace es desgastarte. Creo que poco a poco hay que dejar de caer en las provocaciones y empezar a marcar una agenda propia. Hay que empezar a utilizar el humor y reírse del discurso de toda esta gente para ganarles la batalla de la comunicación.
P. Si Pablo Iglesias es Brian, ¿es Podemos el Frente Popular de Judea?
R. Creo que hemos estado más pendientes de las cosas locas que dicen los ultras que de celebrar las políticas progresistas que se han ido haciendo. Podemos fue clave para empujar al PSOE a posiciones más progresistas en la anterior legislatura, pero no ha tenido la repercusión necesaria por dos motivos. El primero es que los medios de comunicación están controlados por el poder conservador y, por otro, porque el foco se ha puesto en reaccionar constantemente a la agenda de la derecha.
P. Usted es toda una celebridad en la red social X.
R. Intento usar el humor para dar la batalla ideológica y ridiculizar determinadas actitudes. La comedia siempre ha funcionado como un contrapoder y debemos recuperarla. A veces, reírnos de las clases altas y los poderosos es lo único que podemos hacer.
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