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Casino Tropicana: el refugio de la mafia y el Rat Pack en Las Vegas echa el cierre tras 67 años

El legendario casino y hotel Tropicana cierra para dar paso a la construcción en octubre del estadio de béisbol de los Atléticos

Casino Tropicana en Las Vegas
El Casino Tropicana en Las Vegas, en 2006.Ethan Miller (Getty Images)
Luis Pablo Beauregard

Sammy Davis Jr. se convirtió en 1972 en el primer negro en poseer acciones de un hotel de Las Vegas. El famoso crooner y miembro del Rat Pack apostó entonces por el Tropicana, el casino que se convirtió en un habitual refugio para el grupo de artistas de los años sesenta liderados por Frank Sinatra en la desértica ciudad de Nevada. El célebre casino ha cerrado sus puertas esta semana tras 67 años de historia en el Strip. La demolición del complejo turístico comenzará en octubre. Entonces se dará inicio a la construcción de un estadio de béisbol para los Atléticos, un equipo que cambió Oakland (California) por la ciudad del pecado.

Aunque faltan varios meses para que arranquen los trabajos de demolición, la maquinaria pesada ya puede verse en los aparcamientos del hotel. Este martes, el último día, los clientes usuales y algunos turistas se reunieron por última vez frente a las puertas para llorar el cierre del Tropicana. Las últimas apuestas se hicieron a las 03.00 de la madrugada. Meseros, crupieres, antiguas coristas y demás empleados intercambiaron entre ellos fichas de dos y cinco dólares de las mesas de juego, convertidas ahora en una reliquia de la historia de la ciudad. Al mediodía, los guardias de seguridad aseguraron las entradas con gruesas cadenas y candados.

Los integrantes del Rat Pack: Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford y Joey Bishop, en Las Vegas en 1962.
Los integrantes del Rat Pack: Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford y Joey Bishop, en Las Vegas en 1962.Michael Ochs Archives

El Tropicana abrió sus puertas en 1957, cuando Las Vegas apenas tenía 100.000 habitantes. Hoy tiene 2,3 millones. Fue el tercer casino que comenzó a operar en la ciudad tras una inversión de 15 millones de dólares, la mayor hasta ese entonces. El edificio tenía 300 habitaciones distribuidas en tres niveles y dos alas. Aquella construcción era apenas un recuerdo de lo que hay hoy en el Strip, un inmenso complejo con dos torres asentado en 3,6 hectáreas que brindaban alojamiento a decenas de miles de turistas cada año en 1.500 habitaciones. Estas eran administradas desde finales de 2022 por Bally, una de las corporaciones más grandes de la industria.

El crecimiento fue posible tras el cambio de manos entre varios dueños y con una inversión de varios miles de millones de dólares. Varias reformas se hicieron al hotel, que tenía en su entrada una icónica fuente con forma de tulipán que sostenía un neón con el nombre del sitio. En 1979 fue instalado un techo de cristal tintado de un millón de dólares sobre las mesas de juego. En los ochenta se acondicionaron mesas de blackjack en la piscina. El último rostro del Tropicana fue un rediseño para trasladar a los turistas a un lugar opuesto al desierto, al frondoso South Beach de las costas de Florida. Pero en sus últimos días, la vieja gloria del casino no podía apreciarse. A inicios del año podían verse ventanas quebradas y grietas en su fachada de yeso blanco.

Hay quienes consideran que el fin del Tropicana cierra un capítulo del antiguo Las Vegas. En los años sesenta, el hotel atrajo a celebridades como Elizabeth Taylor, Mel Tormé, Debbie Reynolds o Eddie Fisher, quien tuvo su primer espectáculo en la ciudad en ese escenario. Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford y Joey Bishop, conocidos popularmente como el Rat Pack, se dejaban ver frecuentemente en el lujoso hotel. El mundo pudo conocer el aspecto de las habitaciones gracias a James Bond. El espía encarnado por Sean Connery tuvo una suite en el complejo en Los diamantes son eternos (1971).

Una sala de convenciones en el Tropicana es utilizada como almacén, el 29 de marzo.
Una sala de convenciones en el Tropicana es utilizada como almacén, el 29 de marzo.David Becker (Getty Images)

La historia del Tropicana no solo está unida a Hollywood. También tuvo vínculos con el mundo criminal de Chicago, Kansas City y Nueva York. Un atentado en contra de Frank Costello, el capo de la familia Luciano, puso a las autoridades sobre la pista del papel de la mafia en la operación de los primeros casinos de Las Vegas. La policía encontró en una bolsa de su abrigo una supuesta nota con los ingresos del Tropicana que debían ser lavados para hacerlos lícitos. El ataque ocurrió apenas semanas después de que el casino abriera sus puertas.

El atentado hizo que el FBI, la agencia de investigación estadounidense, llevara a cabo durante los años setenta una inmensa operación de vigilancia a los mafiosos, quienes ordeñaban ganancias de los casinos. Uno de estos fue Joe Agosto, quien llegó a la ciudad como productor del espectáculo Folies Bergere, un espectáculo topless con bailarinas de cabaret voladas directamente desde París. El show, ofrecido por el Tropicana, se convirtió en uno de los más longevos de la ciudad hasta su último show en 2009. Agosto lo utilizó para escalar posiciones dentro del hotel hasta convertirse en ejecutivo del grupo. Su tarea era enviar parte del dinero a la familia de Kansas City encabezada por el capo Anthony Civella.

Una de las grabaciones intervenidas por los agentes del FBI captó a Agosto presumiendo que tenía en el bolsillo a Harry Reid, el presidente de la Comisión estatal de Juego entre 1977 y 1981, y quien después se convirtió en un influyente senador demócrata hasta su muerte. Reid negó tajantemente las acusaciones y el gobernador de la época, Robert List, le creyó y lo dejó en el cargo.

La operación del FBI deshizo una estructura criminal que tenía tentáculos en la operación del casino. El caso llegó a los tribunales en 1981, dos años después de que el grupo hotelero Ramada se hiciera con el Tropicana. En julio de ese año fueron declarados culpables y sentenciados a 30 años a prisión a varios mafiosos de Kansas City que extrajeron miles de dólares de apuestas en un esquema permitido por los Teamsters, el sindicato de camioneros de Estados Unidos.

Un textil deshilachado afuera de una cabaña que solía ser una opción de alojamiento en Tropicana.
Un textil deshilachado afuera de una cabaña que solía ser una opción de alojamiento en Tropicana.John Locher (AP)

La casa de los Atléticos

El grupo Bally adquirió el Tropicana en 2022 por 148 millones de dólares. El grupo no ha desvelado a detalle los planes que tiene para el terreno de 14 hectáreas. Por el momento, seguirá pagando los 10 millones de dólares de renta anual al grupo inmobiliario que posee la tierra. No han descartado la construcción de un nuevo casino una vez que se concluya la edificación del estadio en 2028.

La nueva casa de los Atléticos de Oakland tendrá una capacidad para 33.000 aficionados. La construcción del estadio iniciará en abril de 2025 y tendrá un costo de 1.500 millones de dólares. El edificio ha provocado cierta polémica entre los habitantes de la ciudad, pues parte del gasto será costeado con dinero público. Los legisladores locales aprobaron el año pasado un fideicomiso que pretende aportar 380 millones de dólares al equipo que cambió la Bahía de San Francisco por el desierto de Nevada.

Los dueños de los Atléticos, conocidos simplemente como los A’s, dedicarán lo que resta del año a analizar y estudiar diseños para el futuro estadio. La Major League Baseball (MLB), la liga de béisbol profesional de Estados Unidos, aprobó la mudanza del equipo en noviembre pasado. Los A’s, inmortalizados en la cinta Moneyball (2011) con Brad Pitt, no llegan a una Serie Mundial desde 1990.

La desaparición del Tropicana dará paso a una nueva época de Las Vegas, la del oasis deportivo del Oeste estadounidense. Con la llegada de un equipo de la MLB, solo falta el aterrizaje de un equipo de baloncesto profesional para que la ciudad tenga un representante de los principales deportes del país. En el paisaje urbano donde hoy se percibe el casino puede apreciarse el Allegiant de los Raiders de fútbol americano, quienes también dejaron Oakland hace cuatro años, y la casa de los Golden Knights, el equipo de hockey profesional, quien logró el campeonato en 2023.

Automóviles transitan frente al casino, el 28 de marzo.
Automóviles transitan frente al casino, el 28 de marzo.John Locher (AP)

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.
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