Vencer a la censura en calzoncillos: ‘Qué difícil es’ logra 30 nuevas solicitudes, 10 funciones confirmadas y regresa a Madrid
La primera representación de la obra después de la cancelación por parte del Ayuntamiento de Quintanar de la Orden será este sábado en Albacete y la pieza podrá verse de nuevo en enero en el Teatro Alfil
La cancelación de la obra Qué difícil es por parte del Ayuntamiento de Quintanar de la Orden (Toledo), gobernado por el Partido Popular y Vox, alegando que los cuatro actores protagonistas salían a escena en ropa interior, ha resultado de una eficacia total para la vida de la función. Desde el pasado 14 de diciembre, cuando la concejala de Cultura del municipio, María del Carmen Vallejo (PP), comunicó la cancelación de la obra, la compañía ha recibido un total de unas 30 solicitudes para representar la función, de las que diez ya están confirmadas con fechas concretas, entre ellas el regreso a Madrid al Teatro Alfil, donde el próximo 10 de enero está previsto un estreno, al que quieren invitar a políticos de todo el arco parlamentario, así como al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
“Invitaremos también a la concejala Carmen Vallejo para que venga ese día a la función que no ha visto y que ha impedido que vean sus vecinos”, señala a este periódico José Manuel Macià, uno de los cuatro actores de Qué difícil es, coproducción de Los Noventa Producen y Mandanga Producciones que dirige Esteban Roel.
Este próximo sábado, en el Auditorio Municipal de Albacete, está previsto que se celebre la primera representación tras la decisión de cancelar la obra. Una función que ya estaba programada antes de la rescinsión del contrato anunciado por el Ayuntamiento toledano, dentro de una gira que ya lleva más de 20 estrenos en distintas localidades (unos 3.000 espectadores), celebradas sin ningún tipo de queja ni crítica.
Qué difícil es, una comedia protagonizada por José Manuel Maciá, Pablo de Castro, Kino Gil y Nico Seijo, narra el encuentro de cuatro actores en el camerino de una sala de teatro que, ante el anuncio de la cancelación de una obra que estaban representando por decisión del director, dan rienda suelta a sus motivaciones y reflexiones personales en torno a su profesión y al teatro. En este contexto van surgiendo temas de conversación, como el acoso escolar, la diversidad sexual o la paternidad. El hecho de que los cuatro intérpretes salgan en calzoncillos se debe a que esta fue la situación real que vivieron ellos mismos cuando el director de Qué difícil es ser guapo, una obra que estaban haciendo en un pequeño teatro de Madrid en 2021, les anunció que la cancelaba, sin darles ninguna razón.
La decisión de anular la representación de la obra en la localidad de Toledo fue tomada por la concejala de Cultura del PP alegando que “no estaba segura de que al público de Quintanar de la Orden les fuese a gustar”. Sin embargo, esta cancelación ha provocado el efecto contrario. “Estamos desbordados, hemos recibido una cantidad enorme de muestras de cariño y apoyo por parte de muchísima gente”, explica Maciá. “La repercusión no solo ha sido nacional, sino que la noticia ha salido en medios de comunicación de Bélgica, Argentina o Colombia, entre otros muchos. Estamos muy agradecidos porque desde las redes sociales se ha dado voz a esta censura y se ha dado más visibilidad a la obra. Nosotros no somos los primeros en sufrir la censura cultural. Hemos tenido llamadas de numerosos ayuntamientos, instituciones culturales y teatros privados para representar la obra. En total, a día de hoy, tenemos un total de 30 solicitudes de representación, de las que diez ya están contratadas y firmadas”, agrega.
Estas representaciones ya cerradas se celebrarán en poblaciones de comunidades como Castilla La Mancha, Castilla y León, Valencia, Cantabria, Madrid o Murcia, entre otras. Destaca el regreso de la obra a Madrid capital en dos funciones que tendrán lugar en el Teatro Alfil los días 10 y 31 de enero. La compañía va a intentar que la primera representación del 10 de enero en Madrid se convierta en un gran acto contra la censura. Ningún miembro de la compañía ha recibido todavía noticia alguna sobre el anuncio de la concejala Carmen Vallejo de ir a ver la obra a cualquier otra “plaza” y, si la encontraba adecuada, “contratarla”.
“Hemos acabado el año 2023 de una forma terrible con la censura, pero empezamos el 2024 con grandes expectativas y trabajo por delante. El 2024 va a ser un año apasionante”, augura Maciá, que añade que el anuncio de la cancelación les ha pillado en plena preproducción de una película que rodarán este año. El guion, escrito por Pablo Castro, pero con el argumento de los cuatro actores, amigos desde que conocieron en el Instituto del Cine de Madrid en 2019, va a incorporar ahora este suceso de censura sufrido.
El club de los fracasados, título de la película, es una comedia negra de atracos en torno a la amistad, que contará con la interpretación de estos cuatro actores, además de Nacho Guerrero, ya confirmado, y otros todavía por cerrar. El filme será dirigido por Esteban Roel, director de Musarañas, con el que estuvo nominado a los Goya a mejor dirección novel junto a Juanfer Andrés.
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