Sánchez hace un balance triunfalista, con referencias mínimas a la amnistía y ataques al PP

Pedro Sánchez ha tenido que superar todo tipo de adversidades en su singladura política, en la que ha mostrado una habilidad nada corriente para caminar sobre el alambre. Este 2023 que termina, ha salvado una prueba que parecía imposible: seguir en La Moncloa tras el desastre de la izquierda el 28-M, con un sprint electoral a todo o nada hasta las elecciones del 23-J. Tras una legislatura marcada por la pandemia y por el impacto de la guerra de Ucrania, y ahora con un Gobierno en un estado de crisis perpetua (este viernes se conocerá quién sustituye a Nadia Calviño, nombrada presidenta del BEI, en Economía), Sánchez ha presumido de que España se ha erigido como la gran economía europea que más ha crecido.“La economía española ha desmentido a todos los profetas del caos. Hemos demostrado que se puede crecer con justicia social (...) Hoy contamos con un Estado del bienestar más robusto y mejor preparado. Y con un Gobierno limpio, sin tacha de corrupción”, ha sido el balance triunfalista de final de año que Sánchez ha realizado sin autocrítica, con una referencia mínima a la amnistía a los encausados del procés y con ataques a la derecha.

“Tenemos que abrir una nueva fase de diálogo, de normalización de la situación política en Cataluña, eso pasa por las medidas que estamos tomando a nivel del poder legislativo con la ley de amnistía y también por encontrar un punto de encuentro entre aquellas propuestas maximalistas del independentismo. Obviamente, el Gobierno de España no comparte ni acepta un referéndum de autodeterminación, que, lógicamente, no cabe en la Constitución”, ha zanjado el presidente la relación con el independentismo, el frente más delicado de todos los que tiene La Moncloa.

Sánchez ha acotado la “financiación singular” que reclama el president, Pere Aragonès, a la reforma del sistema financiación autonómica vigente y que se debería haber actualizado en 2014: “Hablaremos con Cataluña y hablaremos con todas y cada una de las comunidades autónomas de nuestro país”. El Consejo de Ministros también ha aprobado la cesión de la gestión del ingreso mínimo vital para todas las autonomías que lo soliciten. “De esta manera se equipararán a las de régimen foral que ya lo tenían”, ha incidido Sánchez.

La renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pendiente desde diciembre de 2018 (ha cumplido cinco años, todo un mandato, según marca la Constitución) por el veto del PP, será la clave de bóveda del acercamiento que se espera entre PP y PSOE en asuntos de Estado, para lo que ya se abrieron varios resquicios al optimismo tras la reunión que Sánchez y Feijóo mantuvieron el viernes en el Congreso. “Si mil veces el PP dice que no, nosotros tenderemos mil y una veces la mano al PP. No es aceptable que el CGPJ viva una crisis derivada del bloqueo del PP, que no reconoce la legitimidad de las Cortes Generales. Es imperativo renovar el CGPJ en 2024 y, si el PP considera necesario que interceda la Comisión Europea, nosotros encantados”, ha señalado Sánchez sobre la propuesta que le hizo Feijóo de que Bruselas mediase en la negociación entre los dos grandes partidos para renovar el órgano de los jueces.

“Tenemos dos excelentes comisarios, Didier Reynders y Vera Jourova, que conocen la situación. No vamos a perder ninguna ocasión ni oportunidad para resolver lo que es una urgencia”, ha incidido el presidente, que no ha puesto reparos a que el comisario de Justicia interceda entre PSOE y PP, como ha planteado Feijóo. Reynders ha defendido en reiteradas ocasiones que hay que renovar ya el CGPJ con la ley vigente y a continuación cambiar el sistema de elección. El PSOE se opone a la reforma legal que defiende el PP para que, en renovaciones futuras, los jueces elijan directamente, sin intervención de las Cortes, a los 12 vocales jueces del CGPJ. “Nuestra absoluta voluntad es llegar a un acuerdo. En estos cinco años [de Gobierno] he llegado a tres acuerdos con el PP, dos con Pablo Casado y uno con Feijóo. Los tres fueron rotos unilateralmente por el PP, no hay justificación”, ha sentenciado.

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Sánchez anuncia las medidas económicas del Gobierno

Sánchez, que se ve toda la legislatura en La Moncloa frente a quienes pronostican que será corta o que incluso estaría tentado por un puesto de alto nivel en instituciones internacionales, sí ha sido muy incisivo en las críticas al PP y Vox por la agitación en las calles contra el PSOE por la ley de amnistía y por otros hechos de los últimos días como la agresión de Javier Ortega Smith, concejal de Vox en el Ayuntamiento de Madrid y diputado nacional, a Eduardo Rubiño, portavoz adjunto de Más Madrid en la capital. “Hay una polarización asimétrica; aquí no hay sino gente que insulta y gente que somos insultados. Partidos que son asediados y líderes políticos que instan al asedio de esas fuerzas políticas. Mi compromiso es que no vamos a entrar en ninguna de estas descalificaciones y responder al ruido con más ruido”, ha remarcado el presidente. “No es aceptable el nivel de insultos y descalificaciones de la oposición de las últimas semanas. Debería ser reprochable que se diga que a un dirigente político le gusta la fruta, me parece deleznable y el bajo nivel al que ha legado la política”, ha concluido. La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, le llamó “hijo de puta” mientras asistía al debate para su investidura en el Congreso, aunque según la primera versión de su equipo, lo que había dicho era “me gusta la fruta”. La líder conservadora no se retractó de sus palabras en la tribuna del Congreso, e ironizó sobre ellas durante una intervención en la Asamblea de Madrid: “A mí, desde luego, me gusta la fruta”. El PP de Madrid incluso regaló cestas de fruta en su cena de Navidad, a la que asistió Feijóo.

Sánchez ha mostrado su “absoluto respeto” a Felipe VI por su discurso de Nochebuena, que centró en la defensa de la Constitución y la unidad de España. “Es el jefe del Estado y todos los ciudadanos voten lo que voten se tienen que ver reflejados en su discurso. En nombre del PSOE tengo que decir que nos vimos reflejados en su discurso”, ha valorado el presidente antes de partir a la base militar de Torrejón de Ardoz. Este miércoles y jueves realizará una visita a las tropas españolas desplegadas en Irak.